martes, 17 de noviembre de 2015

16 de noviembre de 2015

Querido diario, no sé ni como iniciar esta entrada. Duré como cinco minutos pensando qué escribir. Es como si, apenas empezara a escribir, toda la inspiración se fuera. Se me olvida todo que a veces tengo que abrir el Blog sólo para mirar cuál es el formato de fecha que utilizo de título para las entradas. 

Te cuento que todo es lo mismo de siempre, nunca hay nada raro. Te cuento que estuve de viaje durante este puente festivo en la casa de mis papás. Como te digo, todo muy normal. Ahí traté de ayudarles aunque en realidad no hice nada. Incluso, hoy me llevaron el desayuno a la cama... Creo que subestimo mucho todo lo que ellos hacen por mí. 

En fin, como te contaba, no hice nada. Mañana tengo parcial de Cálculo Integral, y pasado mañana como tres parciales más, y debería haber aprovechado el fin de semana para estudiar pero no, la familia es más importante. No sé si es que me estoy tratando de justificar o si mi sentido del sarcasmo y la ironía es malísimo, pero bueno, continuemos. Al menos, debería haber empezado a estudiar apenas llegué al apartamento en vez ponerme a ver House of Cards pero no. 

No sé ni siquiera si me gusta esta entrada. Es como tan diferente a las demás. Es como si, a través de lo que escribo, me estuviera forzando a mí mismo a tomar conciencia. Igual, no creo que funcione porque sé que apenas publique esto, seguiré viendo la serie. Te dejo, que descanses, hasta una próxima oportunidad.  

domingo, 1 de noviembre de 2015

1 de noviembre de 2015

Hola, querido diario. No sé si ponerte en mayúscula o qué, pienso que puedo tratarte como a una persona pero es obvio que no lo eres. Creo que te dejaré así, sin mayúscula. Te cuento que son las dos de la tarde y aún ando en mi cama. No me preocupa mucho porque es domingo aunque sé que debería estar adelantando trabajos o organizando el cuarto porque bien desordenado sí está. Hasta me da pena que alguien entre por todo el desorden que hay.

Realmente no hay mucho para contar, en los últimos días no ha pasado nada interesante. Te cuento que en la universidad no me ha ido bien; mi rendimiento ha disminuido. En la última entrega de notas no dejé nada por encima de cuatro y aparte de eso, perdí una materia. No sé si es falta de motivación o qué pero la pereza poco a poco está retornando a mi vida. Ya perdí mucho a causa de la pereza y no quiero seguir perdiendo más cosas por culpa de ella. A veces desearía que mis papás vivieran conmigo porque sé que esto no pasaría. Sé que todo sería muy mamón y que andarían con la cantaleta todos los días pero si ellos estuvieran al lado mío, muchos de mis desaciertos no hubieran sucedido.

Y bueno, yo creo que me voy, Como te dije, no hay mucho que contar. Hay más cosas que me gustaría contarte pero ya pasaron hace mucho tiempo y no recuerdo mucho de los detalles, así que es preferible dejar así y no ponerse a inventar cosas.