Querido diario, ya es de madrugada y necesito dormir pero antes voy contarte lo que ha pasado en estos días.
Te cuento que mi abuela falleció el domingo en la mañana. Realmente no sé cuál fue la causa de su fallecimiento pero creo que fue una falla respiratoria. Y me parece extraño, ahora que lo pienso, que no sepa cuál fue la causa por la cual se murió. El caso es que me siento tranquilo porque sé que mi abuela está ahora en un mejor lugar y que no está sufriendo. Sé que ahora está con Dios y que gracias a ella, y a todo lo que pasó el fin de semana, tengo más confianza en él.
También te cuento que estoy nuevamente en la capital. Vine porque quería reclamar la nota de circuitos personalmente. Era la única materia en la que necesitaba nota pero gracias a Dios saqué exactamente lo que necesitaba y pasé. Vine también porque el apartamento está muy desordenado y tengo que ordenarlo.
Te cuento que no sé que hacer con Lina*. Hemos tenido nuestros altibajos; unas veces peleamos y dejamos de hablar y otras veces es como si nunca hubiera pasado nada entre los dos, como si fuéramos los mejores amigos. Esta semana nos hemos visto varias veces: en la universidad, para reclamar notas; también porque la invité a comer ya que hace poco había sido su cumpleaños y porque fuimos a ver, con algunos amigos del grupo, el alumbrado navideño.
No sé que hacer con ella. O bueno, sí sé pero no lo quiero aceptar. Sé que ya tiene algo con Andrés* y además también me dijo que sólo podemos ser amigos. ¿Por qué me es tan difícil aceptarlo? Quizás las vacaciones llegan en un buen momento, para no verla tan seguido y así olvidarme de ella.
sábado, 17 de diciembre de 2016
sábado, 10 de diciembre de 2016
10 de diciembre de 2016
Querido diario, te cuento que voy de camino a la casa de mis papás. Mi abuela está delicada de salud y está en urgencias. Mi hermana me contó que la iban a llevar a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Es inesperado porque tenía pensado quedarme en la capital hasta el otro domingo. Bueno, en realidad no es tan inesperado porque mi abuela tiene 90 y algo de años. 97, creo. La verdad es que no recuerdo. El caso es que ya está vieja y muchas veces en el pasado ha estado enferma pero siempre termina recuperándose.
Quién sabe si esta vez pueda salir bien. No es por echarle la sal pero en realidad ya está vieja. Lo único que puedo pedir es que Dios cumpla su voluntad con ella.
viernes, 9 de diciembre de 2016
9 de diciembre de 2016
Hola, querido diario. Hace mucho tiempo no escribo por acá. Tenía una entrada en borrador como desde el 16 de noviembre pero nunca la terminé.
Te cuento que ando en mi casa. Es viernes en la noche y ya son las 11 de la noche. Hoy tuve mi último examen final de este semestre.
No sé ni qué más contarte. Te comento que me siento como solo. A pesar de que conozco mucha gente en la universidad y de que tengo mis amigos del grupo de estudio, no tengo a nadie a quien le pueda contar las cosas ni que pueda considerar de confianza. Ni siquiera a Andrés*.
Hoy estuve con él, con Sara* y con Felipe* comiendo empanada. La pasé bien pero me entró la tristeza cuando me despedí de ellos. Me gusta estar con ellos porque me olvido de muchas cosas pero cada vez que llego a la casa, me siento muy solo. No tengo con quién salir a hacer algún plan y mi hermana tampoco está porque hace unas semanas terminó clases y se fue para donde mis papás.
En este momento me duele la cabeza, quizás sea por el sueño. O quizás sea por pensar tanto las cosas.
Hace unos días estuve donde la psicóloga. Fui porque sé que necesito ayuda pero siento que no sirvió mucho porque le conté muchas cosas pero me siento igual. Me toca esperar al otro semestre para continuar con las citas a ver qué más me dice.
Creo que ya me despediré. Realmente no tengo mucho que contarte. Adios.
Te cuento que ando en mi casa. Es viernes en la noche y ya son las 11 de la noche. Hoy tuve mi último examen final de este semestre.
No sé ni qué más contarte. Te comento que me siento como solo. A pesar de que conozco mucha gente en la universidad y de que tengo mis amigos del grupo de estudio, no tengo a nadie a quien le pueda contar las cosas ni que pueda considerar de confianza. Ni siquiera a Andrés*.
Hoy estuve con él, con Sara* y con Felipe* comiendo empanada. La pasé bien pero me entró la tristeza cuando me despedí de ellos. Me gusta estar con ellos porque me olvido de muchas cosas pero cada vez que llego a la casa, me siento muy solo. No tengo con quién salir a hacer algún plan y mi hermana tampoco está porque hace unas semanas terminó clases y se fue para donde mis papás.
En este momento me duele la cabeza, quizás sea por el sueño. O quizás sea por pensar tanto las cosas.
Hace unos días estuve donde la psicóloga. Fui porque sé que necesito ayuda pero siento que no sirvió mucho porque le conté muchas cosas pero me siento igual. Me toca esperar al otro semestre para continuar con las citas a ver qué más me dice.
Creo que ya me despediré. Realmente no tengo mucho que contarte. Adios.
jueves, 10 de noviembre de 2016
9 de noviembre de 2016
Querido diario, te cuento que me siento muy emputado. Te escribo sólo por no quedarme con esta vaina que siento adentro, no más.
Te cuento que todo el día he estado con sueño y con estrés porque anoche no descansé bien. Me acosté temprano pero no me pude dormir y duré varias horas dando vueltas en la cama. Finalmente me cogió el sueño pero no era suficiente porque al otro día me tocaba madrugar.
También ando emputado porque no sé qué hacer con Lina*. Esta mañana llegué al salón y vi que me tenía puesto guardado pero igual, no hablamos mucho. Quizás, ella sabe que me emputa que me hablen cuando estoy estresado y por eso prefirió quedarse callada.
En fin, el caso es que casi no hablamos en todo el día y cuando llegué a la casa recibí un mensaje de ella. Al igual que siempre, tenía que ver con algo de la U. Me EMPUTA que sólo me escriba para cosas así. Ya no es como en el intersemestral que me escribía para preguntarme cómo estaba o qué estaba haciendo.
Y me EMPUTA (sí, subrayado y todo porque la rabia es aún mayor y las mayúsculas ya no son suficientes) no haberla mandado ya a la mierda. Es que, incluso, no sé si hacerlo o no. Es por ella que estas últimas semanas no he llegado tarde, he ido a todas mis clases y no he perdido el tiempo. Pero no lo malentiendas, el cambio no lo hago por ella sino por mí mismo porque YO soy el que necesita el cambio, no ella; pero no puedo negar que es gracias a ella que estoy cambiando. Quién sabe qué pase si realmente la mando a la mierda.
Hoy pensaba en que no quiero arrepentirme cuando esté viejo de no haberlo dado todo por ella, pero ¿qué hago si ya me dijo que sólo fuéramos amigos y que además le gusta Andrés*? Sí, sí, yo sé, soy un estúpido. Dice la gente, y ya lo he escrito por acá muchas veces, que el que persevera, alcanza. Por ahí decía también una propaganda que las mejores cosas de la vida toman tiempo. ¿Seré ingenuo? ¿Seré bruto para estas vainas?
En fin, cambiando el tema, te tengo que contar que el fin de semana salí, precisamente, con Lina* a ver una película. De ese día tengo que contarte varias cosillas pero lo haré en la siguiente entrada. De igual manera, también te cuento que ayer salí con Tatiana*, la muchacha que tiene el otro blog del que te conté hace poco. La invité a tomar un café y nos encontramos cerca a donde ella estudia. Hablamos mucha mierda mientras esperábamos a que pasara la lluvia. Me pareció una persona agradable y para qué, la china es bien bonita.
Me iré a dormir, no aguanto más.
PS: Hoy leí algo que me llamó la atención. Era sobre el dicho ese de "mejor malo conocido que bueno por conocer". Me pareció curioso y me puse a pensar si quizás esté en esa situación, donde me estoy conformando con algo cuando en realidad puedo llegar a tener algo mejor. No lo sé. En todo caso, nos leemos después porque me estoy muriendo del sueño.
Te cuento que todo el día he estado con sueño y con estrés porque anoche no descansé bien. Me acosté temprano pero no me pude dormir y duré varias horas dando vueltas en la cama. Finalmente me cogió el sueño pero no era suficiente porque al otro día me tocaba madrugar.
También ando emputado porque no sé qué hacer con Lina*. Esta mañana llegué al salón y vi que me tenía puesto guardado pero igual, no hablamos mucho. Quizás, ella sabe que me emputa que me hablen cuando estoy estresado y por eso prefirió quedarse callada.
En fin, el caso es que casi no hablamos en todo el día y cuando llegué a la casa recibí un mensaje de ella. Al igual que siempre, tenía que ver con algo de la U. Me EMPUTA que sólo me escriba para cosas así. Ya no es como en el intersemestral que me escribía para preguntarme cómo estaba o qué estaba haciendo.
Y me EMPUTA (sí, subrayado y todo porque la rabia es aún mayor y las mayúsculas ya no son suficientes) no haberla mandado ya a la mierda. Es que, incluso, no sé si hacerlo o no. Es por ella que estas últimas semanas no he llegado tarde, he ido a todas mis clases y no he perdido el tiempo. Pero no lo malentiendas, el cambio no lo hago por ella sino por mí mismo porque YO soy el que necesita el cambio, no ella; pero no puedo negar que es gracias a ella que estoy cambiando. Quién sabe qué pase si realmente la mando a la mierda.
Hoy pensaba en que no quiero arrepentirme cuando esté viejo de no haberlo dado todo por ella, pero ¿qué hago si ya me dijo que sólo fuéramos amigos y que además le gusta Andrés*? Sí, sí, yo sé, soy un estúpido. Dice la gente, y ya lo he escrito por acá muchas veces, que el que persevera, alcanza. Por ahí decía también una propaganda que las mejores cosas de la vida toman tiempo. ¿Seré ingenuo? ¿Seré bruto para estas vainas?
En fin, cambiando el tema, te tengo que contar que el fin de semana salí, precisamente, con Lina* a ver una película. De ese día tengo que contarte varias cosillas pero lo haré en la siguiente entrada. De igual manera, también te cuento que ayer salí con Tatiana*, la muchacha que tiene el otro blog del que te conté hace poco. La invité a tomar un café y nos encontramos cerca a donde ella estudia. Hablamos mucha mierda mientras esperábamos a que pasara la lluvia. Me pareció una persona agradable y para qué, la china es bien bonita.
Me iré a dormir, no aguanto más.
PS: Hoy leí algo que me llamó la atención. Era sobre el dicho ese de "mejor malo conocido que bueno por conocer". Me pareció curioso y me puse a pensar si quizás esté en esa situación, donde me estoy conformando con algo cuando en realidad puedo llegar a tener algo mejor. No lo sé. En todo caso, nos leemos después porque me estoy muriendo del sueño.
jueves, 3 de noviembre de 2016
2 de noviembre de 2016
Hola, querido diario. Mira que tenía esta entrada en borrador para ir escribiendo a lo largo del día mientras tenía huecos en la U o mientras iba en el bus pero por un error no guardé la entrada y perdí todo lo que había escrito durante el día.
Te cuento que alguien hoy miró el Blog de pies a cabeza. No sé si leyó todo pero sí miró todas las entradas que tenían comentarios. No sé si será la misma muchacha que también tiene otro Blog, a la que le comenté una de las entradas hace poco. Inclusive, no sé si te haya hablado ya de ella. Quizás sea ella... El caso es que no lo sé. De todos modos, apenas termine esta entrada, le mandaré un mensaje por Twitter porque en el comentario que le hice había quedado de invitarla a tomar un café.
Cambiando de tema, me siento como una mierda. Tengo un estrés muy fastidioso y tengo la espalda tensionada, me duele la cabeza y siento que me va a dar gripa. Quiero irme a dormir pero no puedo porque estoy lavando ropa y la lavadora no ha finalizado los ciclos. Y aparte de todo, me entregaron notas de circuitos y necesito un 3.7 en el siguiente corte para no perder la materia.
Ando también mal de ánimo porque no sé qué hacer con Lina*. El mal ánimo comenzó hoy por la noche mientras iba solo en el bus y para contarte el porqué del mal ánimo, tengo que contarte primero lo que ha sucedido en estos días.
Todo comenzó el lunes, creo, por la noche porque estábamos hablando por Whatsapp y le dije que quería tener un tiempo para hablar con ella acerca de lo que había sucedido el jueves, el día que le dije que me gustaba. Le dije que me quería arriesgar y que no importaba lo que pasara, no renunciaría a eso que sentía por ella. Ella me respondió que sólo podíamos ser amigos y que por favor dejara las cosas así como estaban porque de lo contrario, se tendría que alejar de mí. Ya ni recuerdo qué más le dije pero sí sé que le dije que lo único que me podría alejar de ella es que se metiera con Andrés*.
Al siguiente día, cuando íbamos en el bus, volví a tocar el tema. Le dije que me diera una solución porque no pensaba quedarme cruzado de brazos; ya bastante oportunidades he perdido por quedarme callado y no quiero que esta vez sea igual. Ella volvió y me repitió lo que yo ya sabía, que sólo podíamos ser amigos. Me dijo que yo era muy buena persona y que era un excelente amigo y que no quería perder eso, además, también me dijo que prefería dejar las cosas claras a darme falsas esperanzas. No es lo que esperaba pero de alguna agradezco que haya sido clara. Como no estaba conforme con la respuesta, le pregunté que cuál era el rollo con Andrés*. Ella me dijo que le gustaba mucho pero que no sabía si en algún momento iba a tener algo con él. También me dijo que si se daba la oportunidad, debía asegurarse que Andrés* tuviera la intención de ponerse serio, no como ahorita que anda con una y con otra.
Hoy habíamos quedado de vernos temprano porque íbamos a preguntar unas notas pero se me hizo extraño que llegara tarde porque ella es muy cumplida. Luego me enteré que sí había llegado a tiempo pero que andaba en las zonas verdes con Andrés*. Cuando nos vimos, se dio cuenta que estaba molesto y me preguntó el porqué. Yo le dije la razón y ella se inventó una excusa para disculparse. Sé que fue una mentira porque se le notó y porque desde hace un tiempo cogió la costumbre de mentir sobre las notas que le quedaban muy bajitas; quizás se le haga fácil empezar a mentir sobre otras cosas. En fin, más tarde, nos íbamos a reunir para estudiar circuitos pero también se me hizo raro que no me esperó sino que se puso a estudiar con Felipe*. Cuando yo llegué, ellos ya habían terminado de estudiar y me molesté. Es extraño porque todas estas semanas habíamos estudiado juntos y no importaba si yo estaba ocupado con otra cosa, siempre me esperaba. Otra cosa que también me molestó fue en ese instante también llegó Andrés* y ya ni estudia por ponerse a molestar con Lina*. No sé qué fue lo que pasó en semana de receso pero todo cambió. Pero bueno, continuando con el tema, se suponía que Lina* me iba a esperar pero se tuvo que ir porque le dio gripa y se encontraba muy mal. Quizás si no se hubiera ido tan temprano, hubiera podido hablar con ella de lo que pasó hoy.
Con lo que pasó hoy, me doy cuenta de que no me necesita. Sé que tiene la facilidad para manipular a las personas y no quiero dejarme ver la cara huevón; con Laura* ya tuve suficiente. La próxima vez que podamos hablar del tema le diré que ya decidí lo que haré: decidí que no le voy a rogar. Pensaba decirle que iba luchar por ella y le diría esas cosas de que el que persevera, alcanza, pero no, yo no estoy para esas vainas. Si ella me quiere en su vida, ella misma me pondrá un lugar; yo no tengo por qué estar peleando por un puesto.
viernes, 28 de octubre de 2016
28 de octubre de 2016
Querido diario, te cuento que voy en en el bus y voy hacia la universidad. Voy un poco tarde porque el bus se demoró mucho en pasar y aparte de eso no paró donde tenía que parar sino que se estacionó en otro lugar del paradero.
Esta semana he llegado temprano a la U y no quiero que hoy sea la excepción. Había quedado de verme con Ximena* para terminar algo del laboratorio de circuitos y para estudiar análoga. Le dije que llegaba a las 830 pero ya son las 810 y aún estoy a casi 50 minutos de la U.
Desde la última vez que hablamos han pasado muchas cosas. Quiero contarte que la semana pasada estuve donde mis papás porque estaba en semana de receso. Estuve muy juicioso allá porque le ayudé a mi mamá con muchas cosas y porque adelanté muchos trabajos que tenía que presentar.
Te cuento que Laura* me habló hace ya un tiempo y cuando lo hizo, tenía una actitud extraña porque no estaba brava sino que trataba de hacer de cuenta que nada había sucedido. Esos días me sentí confundido porque no entendía para qué me hablaba si ella era la que me dijo que nunca más me iba a volver a determinar. Como tenía curiosidad, le pregunté que si seguíamos peleando o si ya estábamos arreglados y me respondió que no sabía porque nunca habíamos hablado respecto a ese tema. Como no quería seguir involucrándome con ella, dejé el tema hasta ahí.
Te cuento también que el viernes antes de receso, salí con Andrés*, con Lina* y con otro poco de gente a bailar. No entiendo por qué pero cuando estábamos dentro del bar me entró la rabia interna y empecé a hacer mala cara. Casi no bailé en toda la noche pero sí tomé mucho, Ya estaba borracho cuando dejé de hacer mala cara y me animé. Todo iba bien hasta que vi que Andrés* y Lina* se estaban rumbeando. En ese momento se me saltó la piedra y me puse de muy mal genio porque sé la clase de man que es Andrés* y porque Lina* me gusta mucho. Estaba bravo porque sé que Andrés* tiene novia y nunca la ha respetado.
Ese día me fui con Andrés* para la casa de él y desde ese día hemos estado un poco distanciados. No es mucho pero sí he sentido la diferencia. Recuerdo que mientras bailábamos en grupo le hice pistola por algo que me estaba diciendo. Quizás sea por eso. El tema de Lina* lo tocamos al otro día pero de manera muy breve. No me negó que se hubiera besado con ella y me dijo que no le importaba mucho el tema, que no se iba a dejar coger de huevón. Es importante aclarar que Lina* terminó con el novio desde hace ya un tiempo y Andrés* piensa que Lina* de alguna manera lo quiere manipular.
Y bueno, la historia continúa con lo que pasó ayer. Lina* me debía una apuesta desde hace un tiempo y el premio era una salida a cine. Le dije que fueramos el jueves en la noche porque los horarios de la U se nos acomodan bien. No pudimos ver nada porque los horarios para la película que queríamos eran muy para la noche y no valía la pena esperar tanto tiempo. En realidad no importaba la película, lo único que quería era tener un momento fuera de la universidad para decirle lo que sentía.
Y efectivamente, comimos algo y mientras lo hacíamos, aproveché para decirle todo. Se mostró sorprendida y lo único que supo decirme era que Andrés* le gustaba. No me alteré pero sí me sorprendí mucho. Le dije que él ya tenía novia y que ella, Lina*, era simplemente una más para la colección. Ella me dijo que lo sabía muy bien y que por esa razón no se metería con Andrés* pero que aún así le gustaba. Ahí pasó el tiempo, hablamos de más cosas y cuando nos despedimos, le dije que la quería y que la apreciaba mucho.
Como no alcancé a terminar la entrada en el bus, la estoy terminando ahora en mi casa. Ya son las 11 de la noche.
Hoy, durante el día, nos vimos con Lina* a la hora del almuerzo y en la clase que compartimos. Todo estaba muy normal, no hablamos nada del tema del día anterior y la conversación era más que todo de cosas de la U. Ya por la noche, mis amigos querían ir a bailar y fuimos todos. Acepté ir porque sabía que Lina* iba a ir y porque Andrés* no estaba presente sino que se encontraba viajando. Te cuento que la pasamos súper. Realmente no sé bailar, soy muy tronco, y le he dicho que me enseñe. De todas las veces que hemos bailado juntos, hoy ha sido la primera vez que se ha tomado la molestia de enseñarme y de decirme cómo moverme o qué hacer. Cuando salimos del bar nos fuimos juntos porque nos sirve el mismo bus. Cuando ya íbamos de camino, pensé en tocarle el tema pero no lo hice porque el bus iba demasiado lleno, íbamos embutidos, y me sentía incómodo con tanta gente.
No sé cuándo hacerlo, pero sé que tiene que ser pronto, le diré que no me importa lo que sienta por Andrés*, yo haré todo lo que esté a mi alcance para ganarme el corazón de ella. Y de alguna manera, quiero robarle un beso, pero no sé cómo hacerlo y me da como miedo, a decir verdad.
Te dejo por ahora, mi querido diario. Mañana tengo que madrugar mucho porque tengo parcial y porque quedé de verme con mis amigos de la otra universidad.
lunes, 10 de octubre de 2016
Nota
¿Te has dado cuenta de ese cambio de expresión, vocabulario y actitud en las últimas entradas?
Me he dado cuenta que no me sirve de nada expresarme bonito por acá porque nadie me conoce y además porque cuando escribo así, estoy siendo yo.
El cambio de actitud sí es más por tanto tiempo que paso con Andrés*... Se me están pegando las mañas de él. Aunque también me he dado cuenta que él también ha adoptado muchas cosas mías.
Me he dado cuenta que no me sirve de nada expresarme bonito por acá porque nadie me conoce y además porque cuando escribo así, estoy siendo yo.
El cambio de actitud sí es más por tanto tiempo que paso con Andrés*... Se me están pegando las mañas de él. Aunque también me he dado cuenta que él también ha adoptado muchas cosas mías.
10 de octubre de 2016
Querido diario, hoy sacaré un poco de mi tiempo para escribirte. Quiero mantenerte al tanto de los últimos acontecimientos.
Realmente no es mucho lo que ha pasado. Siempre es lo mismo. Ir a la universidad y devolverse a la casa.
Lo único raro que he hecho en estos días es que me fui a tomar el viernes con Andrés* y el sábado estuvimos con todo el grupo jugando juegos de mesa como hasta las tres de la mañana. No recuerdo mucho qué más hablé con Andrés* el viernes en la noche porque ya andaba borracho pero sí sé que hablamos de muchas cosas.
Algo que también fue diferente fue que el fin de semana acompañé a mi hermana a un cementerio en el sur de la ciudad porque está haciendo una investigación sobre desaparecidos. Ese día también fuimos a comer a un centro comercial y adelantamos cuaderno porque hace mucho tiempo no nos veíamos. A veces me da la impresión de que paso mucho tiempo en la casa de Andrés* y descuido mucho a mi hermana. Quisiera estar más tiempo en mi casa y hablar con ella pero tengo muchas cosas por estudiar y en la universidad no es que alcance mucho el tiempo.
Te cuento que hoy estuve en clase y al salir de ella me puse a hablar con Natalia*. Ya no está brava conmigo. El jueves pasado tuvimos parcial de ecuaciones y al salir del salón me la encontré. Al principio estaba como esquiva pero nos pusimos a hablar y me pidió que la acompañara a imprimir un poco de cosas. Mientras hablábamos, le pedí disculpas y ella también se disculpó conmigo y me dijo que andaba muy estresada. En fin, cuando salimos de clase, nos fuimos a estudiar con el grupo y mientras estaba con ella me contó varias cosas que le venían sucediendo ahí en la U. Algo que me contó es que está en prueba académica y quizás no continúe pero habrá que esperar al tiempo a ver qué pasa.
Te comento también algo que viene sucediendo y que me parece importante discutir por acá. ¿Recuerdas esa muchacha de unas entradas anteriores que entró a mi grupo de estudio? Se llama Sara*. Últimamente nos hemos hecho buenos amigos. No voy a decirte que ya estoy tragado de ella porque no es así. La china sí es bonita pero no siento nada fuerte por ella. No es nada parecido a lo que una vez sentí por Laura* o Natalia*. He pensado invitarla a comer algo pero el problema es que otro muchacho, Felipe*, que también entró al grupo de estudio, está tragadísimo de ella y la conoce desde mucho antes que todos nosotros. No quiero tirarme el ambiente que hay en el grupo por una vieja y también porque el chino es buena gente y más huevón que yo. Viéndolo a él me doy cuenta de las estupideces que uno hace por una vieja.
El caso es que quiero ver qué pasa con ella. Es extraño que diga esto pero no quiero algo serio con ella, sería sólo como por pasar el rato. Me contó que hace poco salió de una relación de dos años y que no quiere nada con nadie pero me he dado cuenta que responde de manera positiva a la actitud que tengo con ella. Y no cometeré el error de ofrecerle mi ayuda de manera personal a pesar de que estemos en el mismo grupo de estudio. Dentro de unas semanas iremos todos a acampar y miraré a ver cómo organizo para estar con ella.
Y ya para terminar. Te cuento que Laura* terminó con el tipo ese con el que andaba. Una de las razones de la pelea que tuve con Laura* fue porque el tipo se enteró de las fotos que ella me había enviado y de la conversación que nosotros tuvimos. Debido a que el man casi le terminó esa vez, ella decidió no salir conmigo y ahí fue cuando la mandé a la mierda. Desde ese entonces los vi juntos como por una semana pero nada más. La semana pasada me contaron que efectivamente habían terminado y me di cuenta que ella había puesto un estado de WA alusivo al tema y que había quitado las fotos que tenía con el tipo de Instagram.
Es curioso ponerse a pensar en el asunto porque fui yo quien se tiró esa relación. Como te había dicho antes, Laura* no es ninguna santa pero no hay que negar que yo también tuve parte en ese rollo. Y a pesar de que ahora está sola, no la buscaré. Laura* ya no me importa.
Realmente no es mucho lo que ha pasado. Siempre es lo mismo. Ir a la universidad y devolverse a la casa.
Lo único raro que he hecho en estos días es que me fui a tomar el viernes con Andrés* y el sábado estuvimos con todo el grupo jugando juegos de mesa como hasta las tres de la mañana. No recuerdo mucho qué más hablé con Andrés* el viernes en la noche porque ya andaba borracho pero sí sé que hablamos de muchas cosas.
Algo que también fue diferente fue que el fin de semana acompañé a mi hermana a un cementerio en el sur de la ciudad porque está haciendo una investigación sobre desaparecidos. Ese día también fuimos a comer a un centro comercial y adelantamos cuaderno porque hace mucho tiempo no nos veíamos. A veces me da la impresión de que paso mucho tiempo en la casa de Andrés* y descuido mucho a mi hermana. Quisiera estar más tiempo en mi casa y hablar con ella pero tengo muchas cosas por estudiar y en la universidad no es que alcance mucho el tiempo.
Te cuento que hoy estuve en clase y al salir de ella me puse a hablar con Natalia*. Ya no está brava conmigo. El jueves pasado tuvimos parcial de ecuaciones y al salir del salón me la encontré. Al principio estaba como esquiva pero nos pusimos a hablar y me pidió que la acompañara a imprimir un poco de cosas. Mientras hablábamos, le pedí disculpas y ella también se disculpó conmigo y me dijo que andaba muy estresada. En fin, cuando salimos de clase, nos fuimos a estudiar con el grupo y mientras estaba con ella me contó varias cosas que le venían sucediendo ahí en la U. Algo que me contó es que está en prueba académica y quizás no continúe pero habrá que esperar al tiempo a ver qué pasa.
Te comento también algo que viene sucediendo y que me parece importante discutir por acá. ¿Recuerdas esa muchacha de unas entradas anteriores que entró a mi grupo de estudio? Se llama Sara*. Últimamente nos hemos hecho buenos amigos. No voy a decirte que ya estoy tragado de ella porque no es así. La china sí es bonita pero no siento nada fuerte por ella. No es nada parecido a lo que una vez sentí por Laura* o Natalia*. He pensado invitarla a comer algo pero el problema es que otro muchacho, Felipe*, que también entró al grupo de estudio, está tragadísimo de ella y la conoce desde mucho antes que todos nosotros. No quiero tirarme el ambiente que hay en el grupo por una vieja y también porque el chino es buena gente y más huevón que yo. Viéndolo a él me doy cuenta de las estupideces que uno hace por una vieja.
El caso es que quiero ver qué pasa con ella. Es extraño que diga esto pero no quiero algo serio con ella, sería sólo como por pasar el rato. Me contó que hace poco salió de una relación de dos años y que no quiere nada con nadie pero me he dado cuenta que responde de manera positiva a la actitud que tengo con ella. Y no cometeré el error de ofrecerle mi ayuda de manera personal a pesar de que estemos en el mismo grupo de estudio. Dentro de unas semanas iremos todos a acampar y miraré a ver cómo organizo para estar con ella.
Y ya para terminar. Te cuento que Laura* terminó con el tipo ese con el que andaba. Una de las razones de la pelea que tuve con Laura* fue porque el tipo se enteró de las fotos que ella me había enviado y de la conversación que nosotros tuvimos. Debido a que el man casi le terminó esa vez, ella decidió no salir conmigo y ahí fue cuando la mandé a la mierda. Desde ese entonces los vi juntos como por una semana pero nada más. La semana pasada me contaron que efectivamente habían terminado y me di cuenta que ella había puesto un estado de WA alusivo al tema y que había quitado las fotos que tenía con el tipo de Instagram.
Es curioso ponerse a pensar en el asunto porque fui yo quien se tiró esa relación. Como te había dicho antes, Laura* no es ninguna santa pero no hay que negar que yo también tuve parte en ese rollo. Y a pesar de que ahora está sola, no la buscaré. Laura* ya no me importa.
domingo, 2 de octubre de 2016
2 de octubre de 2016
Querido diario, hace mucho no hablamos. Quiero contarte un poco de lo que ha pasado. Lo haré de forma rápida y resumida porque no tengo mucho tiempo.
Te cuento que hoy estuve con mi papás. Fuimos a almorzar y luego fuimos a ver Horizonte Profundo. Mi papá quería ver la de Los Siete Magníficos pero ya era muy tarde y el tiempo no nos alcanzaba.
Respecto al tema académico, voy más o menos en la universidad. Hace poco tuve un bajonazo de ánimo y eso afectó mis notas. Poco a poco me he estado recuperando y ya me siento mucho mejor.
Y si hablamos del tema sentimental, las cosas no cambian mucho. Laura* me dejó de hablar y siempre que me ve, me ignora. Te cuento también que Natalia* está brava conmigo porque no he ido a clases y supuestamente "la dejé sola". Acepto que le contesté feo cuando me hizo el reclamo pero realmente no me importa que esté brava. Sé que me tengo que disculpar y lo haré pero no le pediré que no se vaya de mi vida. Si quiere irse, que lo haga.
Y algo que ha estado pasando últimamente, y que me tiene muy confundido, es que Lina* tiene una actitud muy buena gente conmigo. No sé qué espera de mí pero es ella quién me ha ayudado a subir el ánimo.
En fin, eso es casi todo. Faltan muchas cosas porque me da pereza escribir por acá cuando no tengo el compu a la mano. Te dejo, que tengas buena noche.
Te cuento que hoy estuve con mi papás. Fuimos a almorzar y luego fuimos a ver Horizonte Profundo. Mi papá quería ver la de Los Siete Magníficos pero ya era muy tarde y el tiempo no nos alcanzaba.
Respecto al tema académico, voy más o menos en la universidad. Hace poco tuve un bajonazo de ánimo y eso afectó mis notas. Poco a poco me he estado recuperando y ya me siento mucho mejor.
Y si hablamos del tema sentimental, las cosas no cambian mucho. Laura* me dejó de hablar y siempre que me ve, me ignora. Te cuento también que Natalia* está brava conmigo porque no he ido a clases y supuestamente "la dejé sola". Acepto que le contesté feo cuando me hizo el reclamo pero realmente no me importa que esté brava. Sé que me tengo que disculpar y lo haré pero no le pediré que no se vaya de mi vida. Si quiere irse, que lo haga.
Y algo que ha estado pasando últimamente, y que me tiene muy confundido, es que Lina* tiene una actitud muy buena gente conmigo. No sé qué espera de mí pero es ella quién me ha ayudado a subir el ánimo.
En fin, eso es casi todo. Faltan muchas cosas porque me da pereza escribir por acá cuando no tengo el compu a la mano. Te dejo, que tengas buena noche.
lunes, 19 de septiembre de 2016
19 de septiembre de 2016
Querido diario, te comento que todo se va lentamente a la mierda. Tengo mucho sueño a pesar de que últimamente no he trasnochado y me siento muy bajo de ánimo. No tengo ganas de estudiar y quiero irme a dormir ya pero tengo muchas vainas por hacer.
Quiero contarte que peleé con Laura*. El sábado tenía clase con ella y se suponía que nos íbamos a hacer juntos en un trabajo que era para la casa pero todos mis amigos me recomendaron que la mandara a comer mierda y eso fue lo que hice. En realidad no me da tan duro porque quizás estoy mejor sin ella y porque me da la impresión de que la dejé de tomar en serio desde el incidente de las fotos y el Snap.
No sé si estoy bajo de ánimo por eso que pasó o qué pero no creo; realmente me importa un pepino si Laura* me vuelve a saludar o no.
No recuerdo si te había contado ya pero tuve un problema con Lina*. Ya hablé con ella y solucioné las cosas pero quizás también termine mandándola a la mierda. Quizás también haga lo mismo con Natalia*.
Estoy mamado de tenerlas ahí cerca y no hacer nada. Estoy mamado de tener que estudiar. Estoy mamado de tener que madrugar y tener que desperdiciar 3 horas y media de mi día en transporte público. Quisiera dormir y poder seguir durmiendo y comer muchas vainas raras y distintas. Quisiera irme de la casa y conocer otros lados sin que nadie me esté reclamando por las cosas que hago.
Quiero contarte que peleé con Laura*. El sábado tenía clase con ella y se suponía que nos íbamos a hacer juntos en un trabajo que era para la casa pero todos mis amigos me recomendaron que la mandara a comer mierda y eso fue lo que hice. En realidad no me da tan duro porque quizás estoy mejor sin ella y porque me da la impresión de que la dejé de tomar en serio desde el incidente de las fotos y el Snap.
No sé si estoy bajo de ánimo por eso que pasó o qué pero no creo; realmente me importa un pepino si Laura* me vuelve a saludar o no.
No recuerdo si te había contado ya pero tuve un problema con Lina*. Ya hablé con ella y solucioné las cosas pero quizás también termine mandándola a la mierda. Quizás también haga lo mismo con Natalia*.
Estoy mamado de tenerlas ahí cerca y no hacer nada. Estoy mamado de tener que estudiar. Estoy mamado de tener que madrugar y tener que desperdiciar 3 horas y media de mi día en transporte público. Quisiera dormir y poder seguir durmiendo y comer muchas vainas raras y distintas. Quisiera irme de la casa y conocer otros lados sin que nadie me esté reclamando por las cosas que hago.
martes, 13 de septiembre de 2016
12 de septiembre de 2016
Querido diario, me siento re paila. No tengo ganas de nada y tengo mucho sueño. Tengo a mi lado un plato de macarrones con un poco de carne molida y me lo tengo que quiero comer pero no tengo hambre ni ganas.
El día de hoy no estuvo malo pero me sentí como en una montaña rusa. Llegué de buen genio a la U; tenía parcial de Campos Electromagnéticos, estaba re largo y no hice ni la mitad pero tengo mi conciencia limpia porque sé que lo que hice está bien y tiene lógica y fundamento. Apenas salí del parcial, decidí ir a almorzar con Andrés* y con Milena* y nos encontramos con el resto del grupo. Todo estaba bien hasta que Ximena* empezó a preguntarme por un trabajo que teníamos pendiente y que me había encargado. Como no había hecho nada, le dije que ya tenía todo solucionado, que no se preocupara por nada para que yo pudiera adelantar lo que tenía atrasado y pudiera entregarle después lo que me había pedido. Pero me empezó a presionar tanto que le dije lo que en realidad pasaba y me hizo sentir muy mal frente a todo el grupo. Cuando iba de camino a mi casa, le mandé un Whatsapp pidiéndole disculpas y le conté que no me sentía bien, que tenía problemas, y lo único que hizo fue responderme con un "OK".
Después de almorzar y de que me hicieran sentir mal, me fui para clase de Ecuaciones Diferenciales. Esperé a que me entregaran el parcial que había hecho el jueves pasado. No sé si ya te había contado pero en esa clase también está Natalia*. Fue pura coincidencia que metiéramos esa materia juntos porque nunca hablamos para cuadrar horario. El caso es que la esperé hasta el final de la clase porque me pidió el favor de que le explicara Mecánica de Sólidos. Es algo que no estoy viendo ni he visto pero que tiene mucho de Física Mecánica, un tema en el que me va bien. Mientras estaba en clase, estaba que me moría de rabia conmigo mismo por lo que había pasado con Ximena*, pero todo se empezó a disipar a medida que Natalia* me empezaba a contar las cosas que le sucedían. Al finalizar la clase ya me sentía mejor y nos fuimos a una sala de estudio para explicarle lo temas que tiene pendiente. Hablar con ella me gusta porque ella me dice las cosas de manera directa y espero, algún día, poder decir las cosas así sin tapujos o sin que me dé pena. Mientras íbamos en el bus, le pregunté a Natalia* que qué pensaba hacer el viernes en la tarde y le dije que si le gustaría ir a tomar un café para que los dos charláramos. Al principio estaba escéptica pero cambió de parecer y me dijo que sí, que no había problema. La invité a tomar café porque hace mucho que no hablamos y ya casi no nos comunicábamos ni nos escribíamos. Pienso contarle todo el rollo por el que estoy pasando y le voy a contar lo que me sucede con ella y con Laura*. No sé que me vaya a decir pero estoy cansado de guardarme esto y además, que quiero ser sincero con las personas que quiero. No sé si deje de hablarme pero prefiero decirle la verdad yo mismo a que se entere por otro lado.
Quiero contarte también que me crucé varias veces con Lina* y ya no me habla. He tenido una actitud tan fea con ella que realmente terminé por alejarla de mí. Laura* me ha dicho que hable con ella y que trate de solucionar las cosas por algo que habló con ella mientras estábamos en la clase del jueves. No sé qué escribirle o decirle, ni siquiera sé cómo debería empezar a buscarla para que me dé una oportunidad de hablar con ella y contarle todo lo que está sucediendo. Sé que tengo que contarle también todo lo que siento por ella y contarle por qué he estado actuando así con ella.
Esto está re largo, ¿no? Pero te quiero seguir contando todo. no puedo esto dejar para otro día.
El tema con Laura* va más o menos. Hablé con ella por la mañana y habíamos quedamos de vernos a las 4pm pero no lo hicimos porque le cancelaron una clase que tenía casi por la noche y porque dijo que tenía cosas por hacer. Como no nos vimos, me fui con Natalia* y quedamos de conectarnos por Skype pero tampoco lo hicimos. Llevábamos sólo como dos minutos de videollamada cuando mi hermana llamó para que la recogiera en la parada del bus. Le dije que me esperara 15 minutos mientras iba y volvía pero me demoré más que eso porque a mi hermana le aprobaron una ponencia en la universidad y está muy emocionada con el tema y no puedo ignorarla por estar charlando con otras viejas. Es mi hermana y ella es más importante que todas las demás. Mis papás también llamaron y mientras charlamos se me fue más tiempo. Cuando le volví a escribir a Laura*, me di cuenta que habían pasado casi 40 minutos y me dijo que tenía mucho sueño, que más bien mañana nos veíamos.
Como te conté la entrada anterior, con Laura* todo va bien. Aunque el domingo pasó algo que me dejó pensando mucho. Era como medio día y me llegó un Snap de ella. Inmediatamente, me llegó al Messenger un mensaje de ella rogándome que no abriera el Snap. Que había sido un accidente y que eso no iba dirigido a mí. Nos pusimos a hablar y a discutir mi precio para que yo no abriera el Snap. Luego de molestar un poco, me dijo que no importaba si lo veía o no, pero si lo llegaba a hacer, que no le fuera a tomar screenshot. Naturalmente, yo tenía mucha curiosidad de saber qué había enviado y abrí el Snap. Oh sorpresa cuando vi el Snap porque era una foto de la cola de ella en unos interiores de encaje negro. Le conté lo que vi y le dije que no se preocupara, que igual se veía re buena y le dije que era lástima que todo hubiera sido un accidente, que daría cualquier cosa por verla así con mi propios ojos. No sé si Laura* lo hizo a propósito y está tratando de manipularme de alguna manera o si tiene relación alguna con el tema de las fotos que me mandó cuando estaba borracha. Sé que Laura* no es ninguna santa y si me llego a meter con ella, tendré que atenerme a las consecuencias. Sé que podría hacerme daño pero aún así es un riesgo que quiero tomar, sólo que no sé qué tan caro me costará.
Quedé de verme con Laura* mañana a las 230 y le voy a decir que vayamos a teatro el sábado en la noche. El sábado anterior, el día que la acompañé hasta la casa, le dije que la quería llevar a ver teatro y me dijo que la idea le encantaba, que buscara una obra y le avisara.
Esto ya está tan largo que no sé ni que más iba a escribir. Me iré a dormir porque me estoy muriendo del cansancio.
Ps: acabo de recordar algo más que quería contarte. Hace una o dos semanas, una muchacha entró a mi grupo de estudio. Me he dado cuenta que últimamente me mira mucho e incluso, el viernes pasado que salí a comer helado con mis amigos, ella fue la que pagó mi McFlurry en McDonalds porque en ese momento no tenía efectivo sencillo. Hoy le dije que cuando fuera a almorzar, me llamara para que yo pagara lo que le debía pero no lo hizo. Quizás le pregunte que si en vez del almuerzo le gustaría ir a tomar un café pero tocaría esperar hasta la otra semana porque para este fin de semana tengo más planes.
El día de hoy no estuvo malo pero me sentí como en una montaña rusa. Llegué de buen genio a la U; tenía parcial de Campos Electromagnéticos, estaba re largo y no hice ni la mitad pero tengo mi conciencia limpia porque sé que lo que hice está bien y tiene lógica y fundamento. Apenas salí del parcial, decidí ir a almorzar con Andrés* y con Milena* y nos encontramos con el resto del grupo. Todo estaba bien hasta que Ximena* empezó a preguntarme por un trabajo que teníamos pendiente y que me había encargado. Como no había hecho nada, le dije que ya tenía todo solucionado, que no se preocupara por nada para que yo pudiera adelantar lo que tenía atrasado y pudiera entregarle después lo que me había pedido. Pero me empezó a presionar tanto que le dije lo que en realidad pasaba y me hizo sentir muy mal frente a todo el grupo. Cuando iba de camino a mi casa, le mandé un Whatsapp pidiéndole disculpas y le conté que no me sentía bien, que tenía problemas, y lo único que hizo fue responderme con un "OK".
Después de almorzar y de que me hicieran sentir mal, me fui para clase de Ecuaciones Diferenciales. Esperé a que me entregaran el parcial que había hecho el jueves pasado. No sé si ya te había contado pero en esa clase también está Natalia*. Fue pura coincidencia que metiéramos esa materia juntos porque nunca hablamos para cuadrar horario. El caso es que la esperé hasta el final de la clase porque me pidió el favor de que le explicara Mecánica de Sólidos. Es algo que no estoy viendo ni he visto pero que tiene mucho de Física Mecánica, un tema en el que me va bien. Mientras estaba en clase, estaba que me moría de rabia conmigo mismo por lo que había pasado con Ximena*, pero todo se empezó a disipar a medida que Natalia* me empezaba a contar las cosas que le sucedían. Al finalizar la clase ya me sentía mejor y nos fuimos a una sala de estudio para explicarle lo temas que tiene pendiente. Hablar con ella me gusta porque ella me dice las cosas de manera directa y espero, algún día, poder decir las cosas así sin tapujos o sin que me dé pena. Mientras íbamos en el bus, le pregunté a Natalia* que qué pensaba hacer el viernes en la tarde y le dije que si le gustaría ir a tomar un café para que los dos charláramos. Al principio estaba escéptica pero cambió de parecer y me dijo que sí, que no había problema. La invité a tomar café porque hace mucho que no hablamos y ya casi no nos comunicábamos ni nos escribíamos. Pienso contarle todo el rollo por el que estoy pasando y le voy a contar lo que me sucede con ella y con Laura*. No sé que me vaya a decir pero estoy cansado de guardarme esto y además, que quiero ser sincero con las personas que quiero. No sé si deje de hablarme pero prefiero decirle la verdad yo mismo a que se entere por otro lado.
Quiero contarte también que me crucé varias veces con Lina* y ya no me habla. He tenido una actitud tan fea con ella que realmente terminé por alejarla de mí. Laura* me ha dicho que hable con ella y que trate de solucionar las cosas por algo que habló con ella mientras estábamos en la clase del jueves. No sé qué escribirle o decirle, ni siquiera sé cómo debería empezar a buscarla para que me dé una oportunidad de hablar con ella y contarle todo lo que está sucediendo. Sé que tengo que contarle también todo lo que siento por ella y contarle por qué he estado actuando así con ella.
Esto está re largo, ¿no? Pero te quiero seguir contando todo. no puedo esto dejar para otro día.
El tema con Laura* va más o menos. Hablé con ella por la mañana y habíamos quedamos de vernos a las 4pm pero no lo hicimos porque le cancelaron una clase que tenía casi por la noche y porque dijo que tenía cosas por hacer. Como no nos vimos, me fui con Natalia* y quedamos de conectarnos por Skype pero tampoco lo hicimos. Llevábamos sólo como dos minutos de videollamada cuando mi hermana llamó para que la recogiera en la parada del bus. Le dije que me esperara 15 minutos mientras iba y volvía pero me demoré más que eso porque a mi hermana le aprobaron una ponencia en la universidad y está muy emocionada con el tema y no puedo ignorarla por estar charlando con otras viejas. Es mi hermana y ella es más importante que todas las demás. Mis papás también llamaron y mientras charlamos se me fue más tiempo. Cuando le volví a escribir a Laura*, me di cuenta que habían pasado casi 40 minutos y me dijo que tenía mucho sueño, que más bien mañana nos veíamos.
Como te conté la entrada anterior, con Laura* todo va bien. Aunque el domingo pasó algo que me dejó pensando mucho. Era como medio día y me llegó un Snap de ella. Inmediatamente, me llegó al Messenger un mensaje de ella rogándome que no abriera el Snap. Que había sido un accidente y que eso no iba dirigido a mí. Nos pusimos a hablar y a discutir mi precio para que yo no abriera el Snap. Luego de molestar un poco, me dijo que no importaba si lo veía o no, pero si lo llegaba a hacer, que no le fuera a tomar screenshot. Naturalmente, yo tenía mucha curiosidad de saber qué había enviado y abrí el Snap. Oh sorpresa cuando vi el Snap porque era una foto de la cola de ella en unos interiores de encaje negro. Le conté lo que vi y le dije que no se preocupara, que igual se veía re buena y le dije que era lástima que todo hubiera sido un accidente, que daría cualquier cosa por verla así con mi propios ojos. No sé si Laura* lo hizo a propósito y está tratando de manipularme de alguna manera o si tiene relación alguna con el tema de las fotos que me mandó cuando estaba borracha. Sé que Laura* no es ninguna santa y si me llego a meter con ella, tendré que atenerme a las consecuencias. Sé que podría hacerme daño pero aún así es un riesgo que quiero tomar, sólo que no sé qué tan caro me costará.
Quedé de verme con Laura* mañana a las 230 y le voy a decir que vayamos a teatro el sábado en la noche. El sábado anterior, el día que la acompañé hasta la casa, le dije que la quería llevar a ver teatro y me dijo que la idea le encantaba, que buscara una obra y le avisara.
Esto ya está tan largo que no sé ni que más iba a escribir. Me iré a dormir porque me estoy muriendo del cansancio.
Ps: acabo de recordar algo más que quería contarte. Hace una o dos semanas, una muchacha entró a mi grupo de estudio. Me he dado cuenta que últimamente me mira mucho e incluso, el viernes pasado que salí a comer helado con mis amigos, ella fue la que pagó mi McFlurry en McDonalds porque en ese momento no tenía efectivo sencillo. Hoy le dije que cuando fuera a almorzar, me llamara para que yo pagara lo que le debía pero no lo hizo. Quizás le pregunte que si en vez del almuerzo le gustaría ir a tomar un café pero tocaría esperar hasta la otra semana porque para este fin de semana tengo más planes.
domingo, 11 de septiembre de 2016
10 de septiembre de 2016
Querido diario, ¿cuánto tiempo ha pasado? Mira que desde la última vez que te escribí han sucedido muchas cosas. Ha sucedido tanto que no sé ni por donde empezar.
Quiero contarte primero como va la U:
Todo está súper pesado. Casi no me queda tiempo para estudiar por estar haciendo trabajos. Me toca hacer muchos preinformes y todas las semanas me toca entregar tarea de Campos Electromagnéticos y de Ecuaciones Diferenciales. Este semestre no me está gustando mucho porque no me he sentido cómodo estudiando, casi todo ha sido por obligación y no porque yo sienta la motivación para estudiar.
Quisiera contarte más cosas pero es tanta cosa que me extendería mucho y esa no es la idea. Quiero contarte que he estado ya tanto tiempo en la casa de Andrés* que las últimas dos semanas me la pasé más allá que en mi propia casa.
Y ahora quiero contarte mis líos sentimentales:
Todo ha sido muy extraño. Como te había escrito en entradas anteriores, mi grupo de amigos quería que cambiara de actitud, que me hiciera respetar y que no fuera tan huevón. Pero no sé qué fue lo que pasó y ahora me dicen que estoy muy raro, que me sienten diferente. Inclusive, Lina* ya casi ni me habla a pesar de que estamos en los mismos grupos de laboratorio de este semestre y a pesar de que vemos varias materias juntos. Está toda rancia y me han contado que es debido a que la traté mal pero no creo haberlo hecho ni sé cuando lo hice.
Debido a esa misma actitud, tuve un problema con Laura*. Traté de ignorarla y de no escribirle y cada vez que estábamos juntos, me ponía a hacer otra cosa y no le daba mayor importancia a ella.
El martes de la semana pasada me pasé y ella explotó. Me había pedido que nos reuniéramos para terminar un preinforme y ese día la ignoré súper feo. Mientras ella trataba de explicarme lo que teníamos que hacer, saqué un poco de hojas que tenía en la maleta y comencé a copiar algo para una tarea. A ella no le gustó eso y se fue sin siquiera despedirse.
El problema comenzó hace ocho días, creo. Habíamos estado hablando acerca del cabello de una amiga que tenemos en común y cuando iba a hablar con ella, se fue con el tipo con el que está saliendo. Cruzamos un poco de palabras y el martes fue cuando tuvimos el problema. La conversación es re larga así que pondré los pantallazos acá.
El miércoles por la noche me llamó. Me preguntó que si aún estaba en la universidad y yo le dije que no, que ya iba en el bus. No me dijo nada más, se despidió y colgó.
El jueves nos volvimos a ver porque tenemos clase juntos. La saludé bien pero estaba muy seria así que decidí no decirle nada más. Nos sentamos juntos pero ninguno dijo nada durante la hora y media que dura la clase. Cuando finalizó la clase, no se despidió de mí. Sólo salió del salón y se fue. Fue muy duro para mí que se fuera así como si nada.
Ese mismo jueves por la tarde, a las 4pm, nos reunimos y hablamos. Me preguntó por qué tenía esa actitud. Le conté todo: cómo me estaba sintiendo, lo estresado que estaba y por qué había cambiado de actitud con ella. También le dije lo mucho que me gustaba porque ya se lo había escrito en uno de los mensajes.
Duramos hablando casi una hora y media y hablamos de muchas cosas. Pudimos solucionar los malos entendidos y nos arreglamos. Me preguntó por qué no le había dicho lo que sentía por ella y de manera indirecta me hizo entender que sí hubiera podido pasar algo entre los dos. Al final, quedamos como amigos pero le dejé muy claro que no iba a renunciar a lo que sentía por ella.
El viernes nos vimos en el laboratorio y le ayudé con unos ejercicios de física que estaba haciendo. Teníamos que terminar una tarea de Electrónica Análoga así que le sugerí que nos conectáramos por Skype en la noche y ella dijo que sí, que era una buena idea. Más tarde, ese mismo día, yo tuve parcial de Circuitos y todos, mis amigos y yo, salimos muy estresados y decidimos irnos a un centro comercial a comer algo para despejarnos. Se me había olvidado que me iba a conectar con Laura* por la noche y por eso llegué súper tarde a la casa.
Ya eran como las 1130 cuando llegué al apartamento y como no tengo datos en el celular, los mensajes empezaron a llegar apenas me colgué del WiFi. Entre todo lo que llegó, estaban varios mensajes de Laura*. No eran de reclamo por no haberme conectado sino que eran muy diferentes. Algunas cosas de las que me había mandado no tenían ni siquiera sentido. Le pregunté que qué era todo eso que me había mandado y me dijo que "andaba algo ebria". Seguimos hablando y le pregunté que cómo íbamos a terminar la tarea. Como no me respondió algo concreto, asumí que no íbamos a terminar eso pero aún así le insistí que se conectara porque la quería ver. Me dijo que no porque estaba muy mal. Como se negó, le dije que al menos me mandara una foto y también me dijo que no. Que de ese momento preciso no, pero sí dijo que me iba a enviar una foto que tenía de antes. Y dicho y hecho, la envió; pero no fue lo único que envió. Creo que me envió cada foto de ella que tenía en la galería. No sabía qué hacer y la verdad, me sentí un poco incómodo pero no niego que me gustó mucho que me enviara todas esas fotos. Y después de eso, no seguimos hablando porque se quedó dormida.
Hoy nos vimos por la mañana porque teníamos clase. La ví y aún se le notaba que andaba borracha; no era mucho pero sí se notaba. Apenas salimos de clase nos pusimos a terminar el trabajo que nos dejaron de tarea y luego fuimos a almorzar. Ya ni me acuerdo de qué más hablamos pero me di cuenta que no le molesta que le hubiera dicho que me gusta. Cuando terminamos de almorzar, decidí acompañarla hasta la casa y mientras íbamos en el bus me preguntó sobre lo que hubiera pasado en caso de que no hubiéramos hablado el jueves en la tarde. Ella pensaba que yo iba a dejar de hablarle y yo le conté lo triste que estaba por verla tan distante. Mientras hablábamos de eso decidí preguntarle si yo tendría alguna oportunidad con ella. No respondió al instante sino que se quedó pensando y me dijo que si las circunstancias fueran diferentes, si no andara con el otro man, sí me hubiera dado una oportunidad.
Y bueno, eso es todo. Quedé de verme con Laura* el martes. Ya quiero que se pase el fin de semana y el lunes sólo para poder verla de nuevo.
Quiero contarte primero como va la U:
Todo está súper pesado. Casi no me queda tiempo para estudiar por estar haciendo trabajos. Me toca hacer muchos preinformes y todas las semanas me toca entregar tarea de Campos Electromagnéticos y de Ecuaciones Diferenciales. Este semestre no me está gustando mucho porque no me he sentido cómodo estudiando, casi todo ha sido por obligación y no porque yo sienta la motivación para estudiar.
Quisiera contarte más cosas pero es tanta cosa que me extendería mucho y esa no es la idea. Quiero contarte que he estado ya tanto tiempo en la casa de Andrés* que las últimas dos semanas me la pasé más allá que en mi propia casa.
Y ahora quiero contarte mis líos sentimentales:
Todo ha sido muy extraño. Como te había escrito en entradas anteriores, mi grupo de amigos quería que cambiara de actitud, que me hiciera respetar y que no fuera tan huevón. Pero no sé qué fue lo que pasó y ahora me dicen que estoy muy raro, que me sienten diferente. Inclusive, Lina* ya casi ni me habla a pesar de que estamos en los mismos grupos de laboratorio de este semestre y a pesar de que vemos varias materias juntos. Está toda rancia y me han contado que es debido a que la traté mal pero no creo haberlo hecho ni sé cuando lo hice.
Debido a esa misma actitud, tuve un problema con Laura*. Traté de ignorarla y de no escribirle y cada vez que estábamos juntos, me ponía a hacer otra cosa y no le daba mayor importancia a ella.
El martes de la semana pasada me pasé y ella explotó. Me había pedido que nos reuniéramos para terminar un preinforme y ese día la ignoré súper feo. Mientras ella trataba de explicarme lo que teníamos que hacer, saqué un poco de hojas que tenía en la maleta y comencé a copiar algo para una tarea. A ella no le gustó eso y se fue sin siquiera despedirse.
El problema comenzó hace ocho días, creo. Habíamos estado hablando acerca del cabello de una amiga que tenemos en común y cuando iba a hablar con ella, se fue con el tipo con el que está saliendo. Cruzamos un poco de palabras y el martes fue cuando tuvimos el problema. La conversación es re larga así que pondré los pantallazos acá.
El miércoles por la noche me llamó. Me preguntó que si aún estaba en la universidad y yo le dije que no, que ya iba en el bus. No me dijo nada más, se despidió y colgó.
El jueves nos volvimos a ver porque tenemos clase juntos. La saludé bien pero estaba muy seria así que decidí no decirle nada más. Nos sentamos juntos pero ninguno dijo nada durante la hora y media que dura la clase. Cuando finalizó la clase, no se despidió de mí. Sólo salió del salón y se fue. Fue muy duro para mí que se fuera así como si nada.
Ese mismo jueves por la tarde, a las 4pm, nos reunimos y hablamos. Me preguntó por qué tenía esa actitud. Le conté todo: cómo me estaba sintiendo, lo estresado que estaba y por qué había cambiado de actitud con ella. También le dije lo mucho que me gustaba porque ya se lo había escrito en uno de los mensajes.
Duramos hablando casi una hora y media y hablamos de muchas cosas. Pudimos solucionar los malos entendidos y nos arreglamos. Me preguntó por qué no le había dicho lo que sentía por ella y de manera indirecta me hizo entender que sí hubiera podido pasar algo entre los dos. Al final, quedamos como amigos pero le dejé muy claro que no iba a renunciar a lo que sentía por ella.
El viernes nos vimos en el laboratorio y le ayudé con unos ejercicios de física que estaba haciendo. Teníamos que terminar una tarea de Electrónica Análoga así que le sugerí que nos conectáramos por Skype en la noche y ella dijo que sí, que era una buena idea. Más tarde, ese mismo día, yo tuve parcial de Circuitos y todos, mis amigos y yo, salimos muy estresados y decidimos irnos a un centro comercial a comer algo para despejarnos. Se me había olvidado que me iba a conectar con Laura* por la noche y por eso llegué súper tarde a la casa.
Ya eran como las 1130 cuando llegué al apartamento y como no tengo datos en el celular, los mensajes empezaron a llegar apenas me colgué del WiFi. Entre todo lo que llegó, estaban varios mensajes de Laura*. No eran de reclamo por no haberme conectado sino que eran muy diferentes. Algunas cosas de las que me había mandado no tenían ni siquiera sentido. Le pregunté que qué era todo eso que me había mandado y me dijo que "andaba algo ebria". Seguimos hablando y le pregunté que cómo íbamos a terminar la tarea. Como no me respondió algo concreto, asumí que no íbamos a terminar eso pero aún así le insistí que se conectara porque la quería ver. Me dijo que no porque estaba muy mal. Como se negó, le dije que al menos me mandara una foto y también me dijo que no. Que de ese momento preciso no, pero sí dijo que me iba a enviar una foto que tenía de antes. Y dicho y hecho, la envió; pero no fue lo único que envió. Creo que me envió cada foto de ella que tenía en la galería. No sabía qué hacer y la verdad, me sentí un poco incómodo pero no niego que me gustó mucho que me enviara todas esas fotos. Y después de eso, no seguimos hablando porque se quedó dormida.
Hoy nos vimos por la mañana porque teníamos clase. La ví y aún se le notaba que andaba borracha; no era mucho pero sí se notaba. Apenas salimos de clase nos pusimos a terminar el trabajo que nos dejaron de tarea y luego fuimos a almorzar. Ya ni me acuerdo de qué más hablamos pero me di cuenta que no le molesta que le hubiera dicho que me gusta. Cuando terminamos de almorzar, decidí acompañarla hasta la casa y mientras íbamos en el bus me preguntó sobre lo que hubiera pasado en caso de que no hubiéramos hablado el jueves en la tarde. Ella pensaba que yo iba a dejar de hablarle y yo le conté lo triste que estaba por verla tan distante. Mientras hablábamos de eso decidí preguntarle si yo tendría alguna oportunidad con ella. No respondió al instante sino que se quedó pensando y me dijo que si las circunstancias fueran diferentes, si no andara con el otro man, sí me hubiera dado una oportunidad.
Y bueno, eso es todo. Quedé de verme con Laura* el martes. Ya quiero que se pase el fin de semana y el lunes sólo para poder verla de nuevo.
lunes, 15 de agosto de 2016
15 de agosto de 2016
Hola, querido diario. Hoy no tengo mucho tiempo para escribirte pero quiero mantenerte al tanto de lo que va sucediendo. Creo que este semestre no tendré mucho tiempo para escribirte porque estoy hasta el cuello con las materias de la U.
Quiero contarte que hoy llegué a la casa y me dio un bajonazo de ánimo, no sé por qué. Quizás porque ando muy estresado por la cantidad de cosas que tengo encima.
Te cuento que el fin de semana lo pasé en la casa de Andrés* adelantando cosas e incluso así no pudimos adelantar todo lo que tenemos pendiente. Mañana tengo clase a las 830 y voy a ver si después de las 10 sigo terminando trabajos.
Quiero contarte también que me siento un poco enojado conmigo mismo. Andrés*, Lina*, Ximena* y Milena*, que son las personas con las que más tiempo paso en la U, ya saben de todo el cuento con Laura* y con Natalia* y me han recomendado muchas cosas pero me siento muy confundido. A veces me siento como estúpido porque me parece que he dejado pasar muchas oportunidades. Por ejemplo, tuve todo el intersemestral para intentar algo con Laura* y a la final no hice nada. También tuve oportunidad con Natalia* la vez que salimos a comer pero por estúpido no hice nada.
Andrés* y Lina* me dicen que yo soy muy buena persona y que por eso los demás me cojen de parche y esperan que yo me vuelva mala persona. No soy así y comportarme de esa manera va en contra de todo lo que se me ha enseñado desde pequeño pero últimamente me ha entrado la curiosidad.
Ya he perdido mucho tiempo acá así que te dejaré y me iré a dormir. Como posdata, quiero contarte que quedé de verme mañana con Laura*. Me escribió hace unas horas para saber si mañana podíamos vernos porque quería que le ayudara con lo que está viendo. Traté de hacerme el difícil, según el "consejo" de Andrés*, y le dije que nos viéramos después del almuerzo porque no tengo más tiempo. Voy a ver qué más pasa mañana.
Y como última posdata, te cuento te mientras estaba donde Andrés* escuché Una Cita, de Alkilados, y se me pegó a la cabeza. La canción es buena pero me estresa porque es hasta más lanzada que yo.
Quiero contarte que hoy llegué a la casa y me dio un bajonazo de ánimo, no sé por qué. Quizás porque ando muy estresado por la cantidad de cosas que tengo encima.
Te cuento que el fin de semana lo pasé en la casa de Andrés* adelantando cosas e incluso así no pudimos adelantar todo lo que tenemos pendiente. Mañana tengo clase a las 830 y voy a ver si después de las 10 sigo terminando trabajos.
Quiero contarte también que me siento un poco enojado conmigo mismo. Andrés*, Lina*, Ximena* y Milena*, que son las personas con las que más tiempo paso en la U, ya saben de todo el cuento con Laura* y con Natalia* y me han recomendado muchas cosas pero me siento muy confundido. A veces me siento como estúpido porque me parece que he dejado pasar muchas oportunidades. Por ejemplo, tuve todo el intersemestral para intentar algo con Laura* y a la final no hice nada. También tuve oportunidad con Natalia* la vez que salimos a comer pero por estúpido no hice nada.
Andrés* y Lina* me dicen que yo soy muy buena persona y que por eso los demás me cojen de parche y esperan que yo me vuelva mala persona. No soy así y comportarme de esa manera va en contra de todo lo que se me ha enseñado desde pequeño pero últimamente me ha entrado la curiosidad.
Ya he perdido mucho tiempo acá así que te dejaré y me iré a dormir. Como posdata, quiero contarte que quedé de verme mañana con Laura*. Me escribió hace unas horas para saber si mañana podíamos vernos porque quería que le ayudara con lo que está viendo. Traté de hacerme el difícil, según el "consejo" de Andrés*, y le dije que nos viéramos después del almuerzo porque no tengo más tiempo. Voy a ver qué más pasa mañana.
Y como última posdata, te cuento te mientras estaba donde Andrés* escuché Una Cita, de Alkilados, y se me pegó a la cabeza. La canción es buena pero me estresa porque es hasta más lanzada que yo.
martes, 19 de julio de 2016
18 de julio de 2016
Querido diario, ¿cuánto tiempo sin escribirnos? Había quedado de organizar ese desorden de la entrada anterior pero a la final no lo hice. Ahora quiero escribir algo porque desde esa última vez han sucedido muchas cosas pero se me quitaron las ganas porque no habría continuidad. Pero bueno, qué carajos; quizás después saque el tiempo para escribir la vieja/nueva entrada.
Quiero contarte que durante todo este tiempo no he estado tan mal de ánimo. De hecho, he estado más que bien. No recuerdo qué más te había contado en las entradas anteriores. Podría leerlas pero no lo haré porque no quiero perder el impulso. El caso es que todo podría resumirse en que me dejé de hablar con Natalia*, en que ya no paso la misma cantidad de tiempo con Laura* y que todo ese tiempo que pasaba con ella, ahora lo estoy pasando con Lina*.
Con Natalia* la historia ya la conoces. Dejé de hablar con ella por una bobada, porque ella se molestó conmigo porque seguramente no me supe expresar muy bien y ella confundió eso que yo le escribí. En fin, hace unas semanas me la encontré en la universidad y me pareció que tenía una actitud normal, no es como si siguiera brava por el malentendido. Igualmente, me la he encontrado en el bus pero en esos momentos siento que me evita; no sé si es porque voy con más personas o a causa del malentendido. En todo caso, no quiero dejarla ir. Me niego a renunciar a ella y por esa razón fue que hoy, precisamente hoy, le escribí. Me dí cuenta que había cambiado la foto de perfil de Whatsapp y tomé eso como pretexto para expresarle lo linda que se ve en la foto. Luego de un poco de carreta, le sugerí que tomáramos una materia juntos el siguiente semestre. Si no me da pereza, te estaré contando en qué quedamos.
Respecto a Laura* y a Lina*, la historia ha cambiado mucho. Ya casi no me veo con Laura* en la universidad, son muy pocos los instantes que ahora comparto con ella. Estudiamos sólo cuando es estríctamente necesario y ya no perdemos tiempo molestando en la universidad. Me ha contado que le ha ido muy bien. Sé que sacó 5.0 en el último parcial y lleva la materia como en 4.3, que es más alto de lo que yo la llevaba el semestre pasado. Me alegra mucho por ella por que le esté yendo así de bien y me enorgullece que tenga esas notas.
Y bueno, te estarás preguntando: ¿en qué estoy invirtiendo todo ese tiempo que pasaba con Laura*? Exactamente, estás en lo cierto, ahora todo ese tiempo lo estoy pasando con Lina*. Últimamente nos hemos vuelto muy cercanos, más de lo permitido, supondría yo. Todos los días espero a que salga de clase; a veces nos quedamos estudiando y otras veces nos vamos directamente para la casa. Siempre tomamos el mismo bus e incluso nos bajamos en la misma estación porque los dos vivimos como a 20mins el uno del otro. Hoy, los dos, fuimos a ver Los Ilusionistas 2 y hace unos días también habíamos ido a ver Día de la Independencia con una amiga de nosotros. De hecho, ese día no solo fuimos a ver película sino que también fuimos a bailar los tres. También he ido con ella a comprar varios materiales para mis proyectos, no sólo porque la familia tiene un local en esa área sino porque a ella también le interesan esos proyectos que estoy haciendo.
El único problema de todo esto es que creo que nos estamos acercando más de lo permitido. Ella ya tiene novio, lleva con el man como dos años. Sabía que habían terminado pero hace como mes y medio volvieron y no me gustaría tirarme esa relación que tienen ellos dos pero aún así no voy a negar que Lina* me gusta mucho. Ella es muy inteligente, siempre coge a la primera todo lo que le explico y las dos materias que está viendo en intersemestral las lleva súper altas. Además, se preocupa mucho por mí y por cómo me estoy sintiendo y además, tiene una sonrisa y unos ojos que me matan. Y como te contaba, el problema es que nos estamos acercando demasiado; conocemos muchas cosas del otro y no sé cómo sentirme al respecto. Además, qué clase de descarado sin corazón soy yo. Unas líneas arriba te había escrito que no pienso darme por vencido con Natalia* y ahora te cuento que no puedo sacarme de la cabeza a Lina*. Sé que quiero ponerme serio con solo una persona pero no sé, me siento confundido, no sé cómo sacarme a las tres de la cabeza.
miércoles, 15 de junio de 2016
14 de junio de 2016
Hola, querido diario. Hoy quiero hacer un experimento.
Resulta que quería escribir una entrada con todo lo que me había pasado en el día pero no tengo mucho tiempo porque mañana tengo que madrugar. Sé que me demoraría mucho tiempo escribiéndola porque hay mucha información, demasiada, y no quisiera dejar nada por fuera. Así que para ahorrar tiempo decidí escribir los hechos más importantes tal y como se me venían a la cabeza para luego, mejorarlos y publicar una entrada ordenada.
Al finalizar el resumen, me pareció que sería curioso publicar esto y luego sí escribir la entrada "verdadera" para ver qué cambios surgían.
Quizás mañana, o en el transcurso de esta semana, publique la carreta de siempre que corresponde al día de hoy y que está basada en este resumen.
"escribir acerca de la camiseta de laura*
escribir que sólo me fui a la universidad a verme con ella, que no estudiamos sino que nos pusimos a molestar. hablamos mucho de daniel* y le gasté un té que le debía de una apuesta.
no quería llegar tan temprano a la casa así que llamé a lina*
el almuerzo con lina* y que me contó los problemas con el novio
no quería encontrarme con natalia* pero de casualidad me la encontré
no estaba brava ni nada sino que al contrario, me saludó súper bien y quedamos de vernos mañana para que me preste un libro
yo también quedé de prestarle unas copias que tenía de la otra U
la muchacha Claudia*, que me dio el número y que yo le dije que la ayudaba en lo que necesitara y que también le regalé un poco de minas que tenía. Después en la casa me puse a buscarla y resultó que es como la mejor amiga de sandra*, la de preca, y que también tiene un hijo. Pensé que iba súper atrasada porque está viendo hasta ahora diferencial pero expresión es una materia de primeros semestres así que es perfectamente normal que esté en diferencial, yo soy el que está viejo porque debería haber metido eso mucho antes pero decidí aplazar.
tuve que ir a la 57 por el libro y luego subí a la 7ma, vi un poco de travestis en el camino y tomé bus hasta la 19, fui y pregunté el libro pero no lo había. No me importó que fuera de segunda siempre y cuando lo consiguiera en buen estado y porque estaba casi agotado
fui a la novena a comprar materiales para el robot y me gasté un poco de plata en eso, también compré los sensores
luego me fui caminando hasta la casa porque es cerca, ya no estaba lloviendo y porque el camino es bonito.
lina* me dijo que deberíamos ir a cine algún día porque vivimos súper cerca, como a 20 minutos caminando, y porque el centro comercial nos queda súper cerca, no sé por qué lo hace si ya sabe mi cuento con natalia* y con laura* y porque ella ya volvió con el novio.
voy a ver qué más pasa con la muchacha que me dio hoy el número, a ver si tiene más amigas que me presente.
el gordo me pidió disculpas por haberse burlado de mí mientras estuvimos en la otra U, quizás copie la conversa porque no es larga. mientras escribía eso pensaba en sebastián* porque yo también lo molestaba y el chino la pasó muy mal. no sé porqué aún no le he escrito, bueno, sí sé, porque me da pereza tener que contactarlo y porque sólo siento el sentimiento de culpabilidad cuando estoy a punto de llorar cada vez que me siento vacío y sólo
no creo que sea más, espero que Julián* no me odie ni me lleve en la mala por haber llegado una hora tarde al parcial, espero que mañana no me diga nada, voy a ver si lo saludo bien para que no se haga tan mala impresión de mí."
Y bueno, eso es todo. Sé que hay partes que no se entienden mucho porque todo lo escribí de prisa, pero bueno, el caso es que yo sí me entiendo.
miércoles, 8 de junio de 2016
8 de junio de 2016
Querido diario, no sé como iniciar esta entrada. He escrito y borrado ya varias cosas así que iniciaré de esta manera... ¿Qué me cuentas? ¿Bien? Yo sigo igual que siempre. Ahora tengo hambre, el estómago me cruje porque no he comido nada desde el almuerzo. Voy a ver si descongelo un poco de lasaña que hay en la nevera.
Quiero contarte que el curso intersemestral va más o menos. He tenido que presentar un poco de planchas y algunas las he dejado en 5, otra me quedó en 3.5 y hubo una que no presenté porque no sabía que había que presentarla. También me hicieron un quiz hoy y me fue como un culo porque saqué 1; sólo era calcular la medida en mm de unas escalas y hacer un poco de líneas representando unas distancias pero me pegué la confundida del siglo y la embarré en todo.
Ahora no tengo ganas de hacer nada, tengo mucha pereza. Para mañana tengo que preparar una exposición y adelantar una plancha. Creo que primero comeré y luego sí me pondré a hacer lo que tengo pendiente.
Cambiando de tema, quiero contarte que ayer y hoy me vi con Laura*. Ayer fui a la universidad sólo a verla a ella porque no tenía clases. En realidad habíamos quedado de vernos a las 10 para estudiar circuitos, la materia que Laura* está viendo, pero no nos dejaron utilizar los tableros de los salones así que nos pusimos a molestar y nos terminamos despidiendo casi a las 2. Ya para hoy sí fue un poco diferente; ella vino a pesar de que no tenía clase y nos vimos apenas salí de clase, a las 11. Estudiamos un poco, luego almorzamos y finalmente la acompañé a reclamar un poco de documentos en las oficinas de registro. Para mañana quedamos de vernos a la misma hora de siempre, apenas yo salga de clase.
Hoy, Laura*, como tenía que reclamar los documentos esos de registro, se había arreglado muy bien. Se veía muy linda, estaba espectacular, y quise expresarle lo bonita que estaba pero no lo hice. La pena me ganó. Ahora me siento como un estúpido porque no perdía nada con haberle dicho algo, pero bueno, ya que.
No sé cómo hacer para mitigar esa timidez que me tiene jodido. Seré el estúpido completo más grande del planeta si no aprovecho este curso de vacaciones porque la tengo toda para mí. Nadie de su grupo de amigos está en intersemestral y el man con el que está saliendo (no es nada oficial; si lo fuera, no estaría haciendo nada de esto) tampoco estará en la universidad por un largo tiempo porque lo suspendieron. Tendré que encontrar una manera de forzarme a mí mismo a no ser tan tímido, a decir las cosas más de frente y sin tapujos. También tengo miedo del "contacto físico". No es que me produzca temor darle un abrazo o cosas así sino que no sé cómo acercarme. No sé cómo robar un beso y si lo hago, ¿qué tal la embarre? Me falta mucha práctica, el último beso que di fue en 2011, o sea, hace mil siglos.
Y pues sí, eso es todo. Voy a ver qué me recomienda Lina*, quizás ella me de algún consejo.
martes, 7 de junio de 2016
6 de junio de 2016
Querido diario, me siento como medio vacío. Me siento como si no le importara a nadie. Odio sentirme así porque qué mamera. Cuando estoy así, me siento insoportable y prefiero alejarme de las personas porque no quiero contestar de mala manera y porque de alguna manera me cuesta mantener el contacto visual.
No sé qué fue lo que me dio, en serio. Hace unos minutos estaba tan normal y agh, me dio este desespero. Es como pensar muchas cosas al mismo tiempo y tratar de entender el porqué de todo eso. Andaba escuchando Volveré, de Diego Verdaguer, y no sé, me dio la maricada. Y no sé ni siquiera para qué me estreso, ya pasaron las cosas y no puedo cambiar nada de eso que pasó.
A veces miro la última conversación que tuve con Natalia* y pienso: ¿Por qué se puso brava? ¿Por qué le molestó eso que yo le escribí? O sea, en serio que no lo hice con mala intención pero ella se empeñó en verlo de esa manera. He hablado con Lina* acerca del tema y ella me dice que no le vuelva a escribir a Natalia*, que yo no me merezco que ella me trate de esa manera, que yo ya hice lo necesario por ella y que si Natalia* no quiso aprovechar, que es problema de ella.
Y pues sí, Lina* tiene razón. ¿Para qué me estreso? Y es que ni siquiera me agradeció cuando pasó Vectorial. En realidad ella no pasó sino que el profesor le ayudó porque le subió la nota de 2.98 al 3; pero si no hubiera sido por mí, nunca habría sacado ese 2.98. Siempre que había un ejercicio para presentar, le explicaba cómo hacerlo para que pudiera ganar décimas adicionales y además, siempre la invitaba a que estudiara conmigo y con Andrés*. Incluso, alcancé a tener problemas con Andrés* porque a él no le gustaba que Natalia* estudiara con nosotros. Él decía que Natalia* era muy chévere para hablar mierda, que con ella el tema nunca se acababa pero que con ella no se podía estudiar. Y muchas veces lo dejé a él solo por estar con Natalia*.
Además de todo esto que te cuento, aún sigue existiendo Laura*. El curso intersemestral comenzó el 1ro de junio y desde ese entonces nos hemos visto dos veces, incluso, mañana tengo pensado verme con ella en la U. La relación de los dos es como curiosa porque sé que me aprecia mucho, pero hasta ahí, nada más. A veces me llama o me escribe pero no para preguntarme cómo estoy o qué he hecho sino para que le solucione las dudas. Y realmente no me molesta, me gusta que al menos me tenga en cuenta para eso pero no sé si lo hace por interés o qué.
Hace un tiempo, Laura* me dijo que quería tener un detalle conmigo porque yo había sido muy bueno con ella; ese detalle que quería tener conmigo era que quería comprarme una camiseta. Y no me había vuelto a decir nada de ese tema sino hasta el viernes pasado, que me volvió a preguntar si al fin sí quería la camiseta o si quería algo más. Y es que me lo dijo de una manera que me dejó sorprendido, fue como si estuviera esperando el momento adecuado pero como no lo encontró, decidió decírmelo así no más.
Y no sé qué hacer con las dos. Por un lado, me parece bien que Natalia* no me hable más porque así me podría olvidar de ella y enfocarme sólo en Laura* y por otro lado, es muy triste porque, pues, siempre le dicen a uno que luche por lo que quiere, que el que persevera alcanza, que las cosas fáciles no valen la pena pero si Natalía* no quiere, ¿qué le puedo hacer yo? Y además que es decisión de ella y yo tengo que respetar eso.
Muchas veces he pensado en qué es lo correcto pero no encuentro respuesta... La psicóloga que tenía antes me decía que yo soy perfeccionista, que yo siempre trataba de hacer muchas cosas al tiempo y que siempre trataba de que todo quedara bien al primer intento. Y sí, ella tiene razón, así no se puede. Tengo que dejar ese temor al fracaso y aprender a equivocarme.
lunes, 30 de mayo de 2016
30 de mayo de 2016
Querido diario, ando estresado, muy estresado. Quiero contarte que ya ando de nuevo en la capital pero desearía no haber vuelto porque al frente de mi casa están haciendo protestas. En estos días, el gobierno local puso en venta un empresa de telecomunicaciones y como te podrás imaginar, la gente está alborotada. Llevan así ya como dos semanas. Siempre llegan muy de mañana y se van casi a la medianoche, bloquean las calles y aparte de todo eso, dejan todo muy sucio. El tema este ya me tiene desesperado porque no sé cuándo va a terminar esto.
Continuando con la rutina normal, te cuento que el día de hoy estuvo bueno. Puro por la mañana tuve que alistar la maleta porque salíamos de viaje y aún no tenía unas cosas listas. Ya cuando todo estuvo listo, mi papá me dijo que manejara desde el pueblo hasta la capital. Fue chévere; ya lo había hecho varias veces pero en esta ocasión me gustó porque no me dio sueño y además porque estoy tratando de aprender a frenar con la caja. Mi papá dice que eso de frenar con la caja es para utilizar los cambios en vez del freno, como para que no se desgasten mucho... Pero bueno, en fin, ya cuando entré a la ciudad fue más complicado porque hay que estar pendiente de todo, pero tampoco es tan complicado, sólo mientras uno le coge la práctica. Después acompañé a mi mamá a comprar unos materiales para sus manualidades mientras mi papá y mi hermana compraban otro poco de cosas. Un poco más tarde, nos volvimos a reunir para almorzar y ver una película. Vimos Alicia a través del Espejo, y pues sí, muy chévere; muy buenos efectos, para qué, y el 3D también se veía muy bien.
Y sí, eso fue todo. Ya, para mañana, tengo que ir a la universidad a pedir el recibo de pago del intersemestral porque aún no ha salido y mañana es la única fecha de pago. Quizás es porque tengo una multa con la biblioteca y no estoy a paz-y-salvo. Quién sabe, ojalá que no.
Ah, y se me olvidaba comentarte. Natalia* sigue sin escribirme. Ya va como una semana desde que no hablamos y me da mal genio conmigo mismo porque me siento en la etapa de la resignación. Siento como si no me importara si se va o se queda. Supongo que a ella tampoco le importa... Tengo pensado escribirle mañana porque ahorita ya está muy tarde pero igual, no sé qué escribirle. Cualquier cosa, yo te cuento lo que pase. Chaitos, hasta una próxima oportunidad.
Continuando con la rutina normal, te cuento que el día de hoy estuvo bueno. Puro por la mañana tuve que alistar la maleta porque salíamos de viaje y aún no tenía unas cosas listas. Ya cuando todo estuvo listo, mi papá me dijo que manejara desde el pueblo hasta la capital. Fue chévere; ya lo había hecho varias veces pero en esta ocasión me gustó porque no me dio sueño y además porque estoy tratando de aprender a frenar con la caja. Mi papá dice que eso de frenar con la caja es para utilizar los cambios en vez del freno, como para que no se desgasten mucho... Pero bueno, en fin, ya cuando entré a la ciudad fue más complicado porque hay que estar pendiente de todo, pero tampoco es tan complicado, sólo mientras uno le coge la práctica. Después acompañé a mi mamá a comprar unos materiales para sus manualidades mientras mi papá y mi hermana compraban otro poco de cosas. Un poco más tarde, nos volvimos a reunir para almorzar y ver una película. Vimos Alicia a través del Espejo, y pues sí, muy chévere; muy buenos efectos, para qué, y el 3D también se veía muy bien.
Y sí, eso fue todo. Ya, para mañana, tengo que ir a la universidad a pedir el recibo de pago del intersemestral porque aún no ha salido y mañana es la única fecha de pago. Quizás es porque tengo una multa con la biblioteca y no estoy a paz-y-salvo. Quién sabe, ojalá que no.
Ah, y se me olvidaba comentarte. Natalia* sigue sin escribirme. Ya va como una semana desde que no hablamos y me da mal genio conmigo mismo porque me siento en la etapa de la resignación. Siento como si no me importara si se va o se queda. Supongo que a ella tampoco le importa... Tengo pensado escribirle mañana porque ahorita ya está muy tarde pero igual, no sé qué escribirle. Cualquier cosa, yo te cuento lo que pase. Chaitos, hasta una próxima oportunidad.
jueves, 26 de mayo de 2016
25 de mayo de 2016
Hola, querido diario, ¿qué tal todo? ¿Bien? Me alegra mucho. Te cuento que también estoy bien. Quiero contarte que ya salí a vacaciones y ando en la casa de mis papás. Es un poco aburrido porque no hay mucho por hacer.
Te cuento que en el semestre me fue bien, no perdí nada y la mayoría de materias las dejé por encima de 4. Lo único que no me gustó tanto fue que mi promedio no subió, se mantuvo igual. Esperaré que el otro semestre sí suba.
Quiero contarte que Andrés* me pasó un poco de fotocopias y materiales para el curso intersemestral y entre todo eso había una copia de El Diario de Ana Frank. Quería leerlo pero no lo eché en la maleta y se quedó en el apartamento de la otra ciudad. Tendré que encontrar algo más con qué entretenerme mientras estoy en la casa de mis papás. Igual, no será mucho tiempo porque dentro de ocho días tengo que volver a la capital.
Cambiando de tema, quiero contarte también que, hace ya como tres o cuatro días, discutí con Natalia* por una estupidez y desde ese entonces no hemos hablado. Estábamos hablando por WA sobre lo que ella pensaba hacer en el intersemestral y le pregunté que si no se estaba exigiendo mucho al pensar en tantas cosas al mismo tiempo. Ella malinterpretó lo que le escribí y me dijo que eso eran ganas mías de menospreciarla. Quizás fue porque hace poco, mientras le entregaban notas, un profesor le preguntó si en realidad le gustaba lo que estudiaba.Obvio ella se sintió ofendida por el comentario. Cuando me contó, me dijo que prefería que le dijeran que era bruta a que le mintieran diciéndole que era muy capaz pero muy perezosa. Me pareció curioso eso que me dijo porque sé que ella tiene mucho potencial y que, al igual que yo, también tiene problemas con la pereza y porque yo ya le había expresado esto varias veces.
El caso fue que terminamos peleando y, bueno, desde ese entonces no hablamos. No sé si dejar pasar el tiempo o si escribirle pidiéndole disculpas. A decir verdad, no creo que haya sido mi culpa porque en ningún momento le escribí eso con mala intención. Lo único que hice fue tratar de explicarle el porqué de lo que había escrito. Y pues sí, no sé qué hacer.
He pensado escribirle a Lina*, una amiga que conocí este semestre mientras estudiaba circuitos, porque ella es la que sabe cómo es el rollo y es la que me ha ayudado cuando no sé qué hacer. Te digo que he pensado escribirle pero no le he hecho porque me da pena y además no quiero molestarla con este tema. Es un poco incómodo para mí porque cuando estábamos estudiando, siempre se comportaba muy bien conmigo y además, todos los días me hacía un cumplido, y esa actitud me confunde. Quizás me estoy imaginando cosas donde no la hay o si quizás sea muy estúpido y no vea lo que hay al frente mío. No sé, para este tipo de cosas nunca he sido muy bueno que digamos.
En fin, esto pretendía ser una entrada corta pero me extendí un poco.
Ps: Leyendo de nuevo la entrada me doy cuenta que hay muchas cosas que no sé. ¿Y sabes cuál es la solución a eso? Sí, exactamente: Preguntar. Leyendo esto me doy cuenta que me tengo que presionar a mí mismo para conocer eso que no sé; tengo que dejar ese miedo, esa pena atrás; tengo que hacer algo antes de que sea demasiado tarde.
Te cuento que en el semestre me fue bien, no perdí nada y la mayoría de materias las dejé por encima de 4. Lo único que no me gustó tanto fue que mi promedio no subió, se mantuvo igual. Esperaré que el otro semestre sí suba.
Quiero contarte que Andrés* me pasó un poco de fotocopias y materiales para el curso intersemestral y entre todo eso había una copia de El Diario de Ana Frank. Quería leerlo pero no lo eché en la maleta y se quedó en el apartamento de la otra ciudad. Tendré que encontrar algo más con qué entretenerme mientras estoy en la casa de mis papás. Igual, no será mucho tiempo porque dentro de ocho días tengo que volver a la capital.
Cambiando de tema, quiero contarte también que, hace ya como tres o cuatro días, discutí con Natalia* por una estupidez y desde ese entonces no hemos hablado. Estábamos hablando por WA sobre lo que ella pensaba hacer en el intersemestral y le pregunté que si no se estaba exigiendo mucho al pensar en tantas cosas al mismo tiempo. Ella malinterpretó lo que le escribí y me dijo que eso eran ganas mías de menospreciarla. Quizás fue porque hace poco, mientras le entregaban notas, un profesor le preguntó si en realidad le gustaba lo que estudiaba.Obvio ella se sintió ofendida por el comentario. Cuando me contó, me dijo que prefería que le dijeran que era bruta a que le mintieran diciéndole que era muy capaz pero muy perezosa. Me pareció curioso eso que me dijo porque sé que ella tiene mucho potencial y que, al igual que yo, también tiene problemas con la pereza y porque yo ya le había expresado esto varias veces.
El caso fue que terminamos peleando y, bueno, desde ese entonces no hablamos. No sé si dejar pasar el tiempo o si escribirle pidiéndole disculpas. A decir verdad, no creo que haya sido mi culpa porque en ningún momento le escribí eso con mala intención. Lo único que hice fue tratar de explicarle el porqué de lo que había escrito. Y pues sí, no sé qué hacer.
He pensado escribirle a Lina*, una amiga que conocí este semestre mientras estudiaba circuitos, porque ella es la que sabe cómo es el rollo y es la que me ha ayudado cuando no sé qué hacer. Te digo que he pensado escribirle pero no le he hecho porque me da pena y además no quiero molestarla con este tema. Es un poco incómodo para mí porque cuando estábamos estudiando, siempre se comportaba muy bien conmigo y además, todos los días me hacía un cumplido, y esa actitud me confunde. Quizás me estoy imaginando cosas donde no la hay o si quizás sea muy estúpido y no vea lo que hay al frente mío. No sé, para este tipo de cosas nunca he sido muy bueno que digamos.
En fin, esto pretendía ser una entrada corta pero me extendí un poco.
Ps: Leyendo de nuevo la entrada me doy cuenta que hay muchas cosas que no sé. ¿Y sabes cuál es la solución a eso? Sí, exactamente: Preguntar. Leyendo esto me doy cuenta que me tengo que presionar a mí mismo para conocer eso que no sé; tengo que dejar ese miedo, esa pena atrás; tengo que hacer algo antes de que sea demasiado tarde.
martes, 17 de mayo de 2016
16 de mayo de 2016
Querido diario, buenas noches. Quiero escribirte para mantenerte al tanto de la situación. Imagínate que ya ando en semana de exámenes finales y tengo muchísimo trabajo por hacer. Incluso debería estar terminando un cuaderno de laboratorio en vez de estar acá, pero bueno, qué carajos.
Te cuento que hoy tuve examen final de circuitos y con ayuda de Dios, lo dejo en 5. Estuve ayer en casa de Andrés* echando la última repasada porque llevábamos como semana y media preparando este parcial. Te cuento que me siento contento porque con mi ayuda, él y otras 4 amigas pudieron tener buenas notas en este parcial. Eso es algo que me llena de alegría porque sé que las cosas que hago sí tienen buenos resultados, no sólo en mi vida sino también en la vida de los demás. Ya para mañana tengo parcial de latín y de física y, pues, la verdad es que no me siento presionado porque no necesito nota para pasar las materias. Lo único que me preocupa, como te conté antes, es ese cuaderno de laboratorio.
Cambiando de tema, te cuento que este fin de semana no hablé con Natalia* porque no tuve mucho tiempo libre. Ella no se molestó en escribirme y eso me tiene confundido. Hoy, hace como una hora le escribí. Sólo queda esperar a ver cuándo y qué responde. Y como te medio conté en la entrada anterior, no sé qué hacer con ella porque sé que necesita mi ayuda pero ella no me deja ayudar. Y pues, lo que te digo, no sé qué hacer, aparte de que tengo mucho sueño y no sé ni siquiera si lo que estoy escribiendo tiene sentido.
En fin, te dejo. Te escribiré en una próxima oportunidad.
Te cuento que hoy tuve examen final de circuitos y con ayuda de Dios, lo dejo en 5. Estuve ayer en casa de Andrés* echando la última repasada porque llevábamos como semana y media preparando este parcial. Te cuento que me siento contento porque con mi ayuda, él y otras 4 amigas pudieron tener buenas notas en este parcial. Eso es algo que me llena de alegría porque sé que las cosas que hago sí tienen buenos resultados, no sólo en mi vida sino también en la vida de los demás. Ya para mañana tengo parcial de latín y de física y, pues, la verdad es que no me siento presionado porque no necesito nota para pasar las materias. Lo único que me preocupa, como te conté antes, es ese cuaderno de laboratorio.
Cambiando de tema, te cuento que este fin de semana no hablé con Natalia* porque no tuve mucho tiempo libre. Ella no se molestó en escribirme y eso me tiene confundido. Hoy, hace como una hora le escribí. Sólo queda esperar a ver cuándo y qué responde. Y como te medio conté en la entrada anterior, no sé qué hacer con ella porque sé que necesita mi ayuda pero ella no me deja ayudar. Y pues, lo que te digo, no sé qué hacer, aparte de que tengo mucho sueño y no sé ni siquiera si lo que estoy escribiendo tiene sentido.
En fin, te dejo. Te escribiré en una próxima oportunidad.
martes, 19 de abril de 2016
19 de abril de 2016 Parte III
Querido diario, ¿qué tal todo? ¿Cómo vas? Mira que he vuelto para finalizar lo que comencé. Esta vez te contaré sobre Natalia*. Te contaré cómo empezó todo y te contaré lo que ha sucedido hasta el día de hoy porque esta entrada la escribo el 13 de mayo y desde el 19 de abril han sucedido muchas cosas. Espero que no se me escape ningún detalle.
Como te había contado unas entradas atrás, a Natalia* la conocí en clase de cálculo vectorial. Desde el primer día de clases me fijé en ella. Es alta, más que yo; tiene buen cuerpo y tiene la forma de la cara que a mí me gusta. Fue inevitable no fijarme en ella e incluso recuerdo haberle dicho a Andrés*: "Parce, vea esa vieja. Aguanta resto". Pero bueno, el caso es que siempre la veía en la clase pero nunca hablábamos. Hasta que un día, no sé cómo ni por qué razón, empezamos a hablar. Ese mismo día le di mi número para que me escribiera por si tenía alguna duda de la clase o en algún ejercicio. Desde ese entonces nos empezamos a saludar y empezamos a vernos en los huecos; más para charlar que para estudiar. Ella poco a poco empezó a sacarme detalles muy íntimos de mi vida y también, poco a poco, me empezó a contar sus secretos.
Ya nos habíamos vuelto más cercanos y mientras hablábamos por Whatsapp le insinué que saliéramos a comer sushi. Ella inmediatamente entendió la indirecta y me dijo que sí, que saliéramos el viernes. Mientras yo esperaba a que llegara ese día sucedió algo que no tenía previsto; es acá cuando decidí escribir esta serie de entradas. El día anterior habíamos estado molestando y hablando de varias cosas. Entre todo eso que hablamos, me empezó a preguntar y a cuestionar acerca de mi timidez. En ese momento no me importó mucho pero el problema fue que seguí pensando en ese tema y, de tanto pensar, me fui llenando de dudas, de ira. No sabía que hacer, me sentía perdido y con enojo porque pensaba que la timidez era un tema que ya tenía "bajo control". En mi desconcierto, le escribí a Natalia* en modo de reclamo porque ella era la que había desatado todo. A la final de todo, las cosas se calmaron y la entrada no la finalicé por estar hablando con ella.
Ya cuando llegó el día de la salida, el 22, todo estaba normal. Era cómo si nada hubiera pasado. Ese día salimos de la universidad a las 5:30 de la tarde y mientras esperábamos el transporte me presentó a la mejor amiga. A pesar de que estaban hablando en clave entre ellas, me di cuenta de que hablaban de mí. Luego de eso, llegamos al restaurante y ahí también seguimos hablando de banalidades hasta que empezó a contarme algo con lo cual me quedé sin palabras. Natalia* empezó a contarme que le había hablado mucho de mí a la mejor amiga y me contó lo que le había dicho a ella. Eso que le dijo era que yo había llegado como por arte de magia, como caído del cielo, que era alguien enviado para solucionar sus problemas. Y pues claro, yo estaba muy confundido. En ese momento pasaban muchas cosas por mi mente porque nunca me imaginé que me fuera a decir eso. Yo iba con la intención de decirle que me atraía mucho la forma de ser de ella y que quería tener algo con ella pero no me imaginé que sucediera eso. Mientras yo trataba de procesar la nueva información, me dijo que quería que lo de nosotros llegara más allá del tema académico. Esa fue la estocada final, no sabía qué decir ni cómo actuar. No me salían las palabras, literalmente estaba mudo. Lo único que pude hacer fue reunir valor y decirle lo mucho que pensaba en ella y lo mucho que me encantaba su forma de ser. Supongo que fue incómodo para ella porque yo no podía articular bien las palabras y porque en ese momento el mesero y la comida nos interrumpieron. Mientras comíamos no tocamos ese tema pero lo retomamos apenas salimos del restaurante. Al final de todo no sucedió mucho y quedamos como buenos amigos, de esos que no importa lo que pase, siempre se tienen el uno al otro.
Al principio no me importó mucho quedar otra vez como amigo pero con el pasar de los días me empezó a molestar porque siempre ha sido la misma cosa con casi todas las mujeres. Siempre quedo como el amigo y pues qué mamera no poder tener algo más allá de eso. No sé qué hacer para que me dé una oportunidad. Sé que le importo, de una u otra manera, y sé que siente algo por mí pero no sé qué más hacer.
Sé también que quiero ayudarla. Natalia* está pasando por una situación parecida por la que yo pasé antes de cambiarme de universidad y no quiero que cometa los mismos errores que cometí yo. Natalia* va muy mal con sus materias y, a pesar que estar en 8vo semestre, hasta ahora está viendo materias de 3ro y 4to. Me he ofrecido a explicarle lo que sea o a ayudarle en cualquier trabajo que tenga pero es una situación complicada, ella ya entró en esa fase de resignación en la cual no le importa si pasa o pierde. Me he dado cuenta que los dos somos muy parecidos. Cuando yo entré en esa etapa de resignación me molestaba que la gente se preocupara por mí porque eso era problema mío y sólo mío, y a ella le pasa eso mismo. No quiero volverme intenso con el tema de la ayuda porque no quiero perderla pero ¿sabes? ¡ya sé qué hacer! Tengo que hacerle saber, a cada momento y de manera constante, que cuenta conmigo para cualquier cosa. Quizás no sea mucho pero es algo, que ella sepa que no está sola.
Y pues sí, eso es casi todo. Ha pasado ya tanto tiempo desde el 19, casi un mes, que no sé qué más escribir. Últimamente siento que Natalia* se ha distanciado un poco de mí a pesar de que seguimos hablando todos los días y nos vemos en los huecos que tenemos en la universidad. Quizás es porque se está aburriendo de mi inseguridad, o quizás por lo que te acabo de contar, de pronto estoy muy intenso. Voy a ver cómo continúa esta situación. En próximas entradas te seguiré contando lo que pase.
Como te había contado unas entradas atrás, a Natalia* la conocí en clase de cálculo vectorial. Desde el primer día de clases me fijé en ella. Es alta, más que yo; tiene buen cuerpo y tiene la forma de la cara que a mí me gusta. Fue inevitable no fijarme en ella e incluso recuerdo haberle dicho a Andrés*: "Parce, vea esa vieja. Aguanta resto". Pero bueno, el caso es que siempre la veía en la clase pero nunca hablábamos. Hasta que un día, no sé cómo ni por qué razón, empezamos a hablar. Ese mismo día le di mi número para que me escribiera por si tenía alguna duda de la clase o en algún ejercicio. Desde ese entonces nos empezamos a saludar y empezamos a vernos en los huecos; más para charlar que para estudiar. Ella poco a poco empezó a sacarme detalles muy íntimos de mi vida y también, poco a poco, me empezó a contar sus secretos.
Ya nos habíamos vuelto más cercanos y mientras hablábamos por Whatsapp le insinué que saliéramos a comer sushi. Ella inmediatamente entendió la indirecta y me dijo que sí, que saliéramos el viernes. Mientras yo esperaba a que llegara ese día sucedió algo que no tenía previsto; es acá cuando decidí escribir esta serie de entradas. El día anterior habíamos estado molestando y hablando de varias cosas. Entre todo eso que hablamos, me empezó a preguntar y a cuestionar acerca de mi timidez. En ese momento no me importó mucho pero el problema fue que seguí pensando en ese tema y, de tanto pensar, me fui llenando de dudas, de ira. No sabía que hacer, me sentía perdido y con enojo porque pensaba que la timidez era un tema que ya tenía "bajo control". En mi desconcierto, le escribí a Natalia* en modo de reclamo porque ella era la que había desatado todo. A la final de todo, las cosas se calmaron y la entrada no la finalicé por estar hablando con ella.
Ya cuando llegó el día de la salida, el 22, todo estaba normal. Era cómo si nada hubiera pasado. Ese día salimos de la universidad a las 5:30 de la tarde y mientras esperábamos el transporte me presentó a la mejor amiga. A pesar de que estaban hablando en clave entre ellas, me di cuenta de que hablaban de mí. Luego de eso, llegamos al restaurante y ahí también seguimos hablando de banalidades hasta que empezó a contarme algo con lo cual me quedé sin palabras. Natalia* empezó a contarme que le había hablado mucho de mí a la mejor amiga y me contó lo que le había dicho a ella. Eso que le dijo era que yo había llegado como por arte de magia, como caído del cielo, que era alguien enviado para solucionar sus problemas. Y pues claro, yo estaba muy confundido. En ese momento pasaban muchas cosas por mi mente porque nunca me imaginé que me fuera a decir eso. Yo iba con la intención de decirle que me atraía mucho la forma de ser de ella y que quería tener algo con ella pero no me imaginé que sucediera eso. Mientras yo trataba de procesar la nueva información, me dijo que quería que lo de nosotros llegara más allá del tema académico. Esa fue la estocada final, no sabía qué decir ni cómo actuar. No me salían las palabras, literalmente estaba mudo. Lo único que pude hacer fue reunir valor y decirle lo mucho que pensaba en ella y lo mucho que me encantaba su forma de ser. Supongo que fue incómodo para ella porque yo no podía articular bien las palabras y porque en ese momento el mesero y la comida nos interrumpieron. Mientras comíamos no tocamos ese tema pero lo retomamos apenas salimos del restaurante. Al final de todo no sucedió mucho y quedamos como buenos amigos, de esos que no importa lo que pase, siempre se tienen el uno al otro.
Al principio no me importó mucho quedar otra vez como amigo pero con el pasar de los días me empezó a molestar porque siempre ha sido la misma cosa con casi todas las mujeres. Siempre quedo como el amigo y pues qué mamera no poder tener algo más allá de eso. No sé qué hacer para que me dé una oportunidad. Sé que le importo, de una u otra manera, y sé que siente algo por mí pero no sé qué más hacer.
Sé también que quiero ayudarla. Natalia* está pasando por una situación parecida por la que yo pasé antes de cambiarme de universidad y no quiero que cometa los mismos errores que cometí yo. Natalia* va muy mal con sus materias y, a pesar que estar en 8vo semestre, hasta ahora está viendo materias de 3ro y 4to. Me he ofrecido a explicarle lo que sea o a ayudarle en cualquier trabajo que tenga pero es una situación complicada, ella ya entró en esa fase de resignación en la cual no le importa si pasa o pierde. Me he dado cuenta que los dos somos muy parecidos. Cuando yo entré en esa etapa de resignación me molestaba que la gente se preocupara por mí porque eso era problema mío y sólo mío, y a ella le pasa eso mismo. No quiero volverme intenso con el tema de la ayuda porque no quiero perderla pero ¿sabes? ¡ya sé qué hacer! Tengo que hacerle saber, a cada momento y de manera constante, que cuenta conmigo para cualquier cosa. Quizás no sea mucho pero es algo, que ella sepa que no está sola.
Y pues sí, eso es casi todo. Ha pasado ya tanto tiempo desde el 19, casi un mes, que no sé qué más escribir. Últimamente siento que Natalia* se ha distanciado un poco de mí a pesar de que seguimos hablando todos los días y nos vemos en los huecos que tenemos en la universidad. Quizás es porque se está aburriendo de mi inseguridad, o quizás por lo que te acabo de contar, de pronto estoy muy intenso. Voy a ver cómo continúa esta situación. En próximas entradas te seguiré contando lo que pase.
19 de abril de 2016 Parte II
Querido diario, hola de nuevo. Vengo a contarte cómo continúa la entrada anterior. En ella te había contado acerca de Ana*, en esta te contaré lo que pasa con Laura* y supongo que en la próxima te contaré sobre Natalia*, porque presiento que esta entrada también será un poco larga.
Y bueno, continuaré ahora con Laura*. Como te conté antes, a ella la conozco desde primer semestre, incluso la conozco desde el primer día de clases. Nunca me había interesado sino hasta hace muy poco porque siempre la veía con novio y yo no me meto con una vieja que tenga novio, eso lo tengo muy claro. El caso es que siempre coincidíamos en varias clases y hablábamos en ellas pero nunca había tenido una oportunidad real de acercarme por el tema del novio. A principio de semestre me enteré de que estaba soltera así que decidí acercarme a ver qué pasaba. Al igual que con las demás, le ofrecí mi ayuda y le propuse que nos reuniéramos para estudiar. Te cuento que me gusta mucho estudiar con Laura* porque siempre me entiende lo que le explico a la primera, ella es muy inteligente, no es como Ana*, que hay que explicarle las cosas varias veces. Además, también me gusta estudiar con Laura* porque yo le puedo contar mis cosas y ella también me cuenta las de ella y porque siempre terminamos riéndonos de bobadas.
El único problema que tiene Laura* es que ya está empezando a salir con alguien más. No es nada oficial pero ya tienen su cuento. No sé en qué momento fue que el otro man me cogió ventaja. Laura* ya no me escribe como antes y esta semana me dejó dos veces en visto. Antes me escribía mucho pero ahora tiene una actitud muy esquiva. Por ejemplo, hoy le pregunté que cuándo nos volvíamos a reunir y ella me respondió que después me avisaba por medio de chat pero está más que claro que no me dirá nada.
No sé qué hacer con ella, me tiene confundido. No sé a qué juega o si es que yo estoy pensando mucho las vainas. No sé.
En todo caso, dejaré esta entrada hasta acá. Luego te contaré el rollo con Natalia* que supongo, es el más denso. Espero escribirte pronto, querido diario. No dejes de pensarme.
Y bueno, continuaré ahora con Laura*. Como te conté antes, a ella la conozco desde primer semestre, incluso la conozco desde el primer día de clases. Nunca me había interesado sino hasta hace muy poco porque siempre la veía con novio y yo no me meto con una vieja que tenga novio, eso lo tengo muy claro. El caso es que siempre coincidíamos en varias clases y hablábamos en ellas pero nunca había tenido una oportunidad real de acercarme por el tema del novio. A principio de semestre me enteré de que estaba soltera así que decidí acercarme a ver qué pasaba. Al igual que con las demás, le ofrecí mi ayuda y le propuse que nos reuniéramos para estudiar. Te cuento que me gusta mucho estudiar con Laura* porque siempre me entiende lo que le explico a la primera, ella es muy inteligente, no es como Ana*, que hay que explicarle las cosas varias veces. Además, también me gusta estudiar con Laura* porque yo le puedo contar mis cosas y ella también me cuenta las de ella y porque siempre terminamos riéndonos de bobadas.
El único problema que tiene Laura* es que ya está empezando a salir con alguien más. No es nada oficial pero ya tienen su cuento. No sé en qué momento fue que el otro man me cogió ventaja. Laura* ya no me escribe como antes y esta semana me dejó dos veces en visto. Antes me escribía mucho pero ahora tiene una actitud muy esquiva. Por ejemplo, hoy le pregunté que cuándo nos volvíamos a reunir y ella me respondió que después me avisaba por medio de chat pero está más que claro que no me dirá nada.
No sé qué hacer con ella, me tiene confundido. No sé a qué juega o si es que yo estoy pensando mucho las vainas. No sé.
En todo caso, dejaré esta entrada hasta acá. Luego te contaré el rollo con Natalia* que supongo, es el más denso. Espero escribirte pronto, querido diario. No dejes de pensarme.
19 de abril de 2016 Parte I
Querido diario. Me siento extraño, me siento mal. No tengo ganas de nada. No sé ni qué escribir. Sólo quiero escribirte para dejar constancia de esto que estoy sintiendo. Tengo una rabia reprimida que agh, no sé qué pensar. Escribiré acá por inercia y dejaré salir toda la diarrea mental que tengo adentro. Quiero contarte lo que ha venido sucediendo desde hace algún tiempo.
Para empezar, quiero contarte que en esta historia hay tres implicadas. Una de ellas, a quién llamaré Laura*, estudia conmigo electrónica y la conozco desde el inicio de la carrera. La segunda, a quién conozco desde este semestre y está conmigo en la clase de Cálculo Vectorial, la llamaré Natalia*. A la tercera, que conocí también este semestre en clase de Física, no le pondré nombre porque no es relevante. O bueno, no sé. Para más claridad de esta entrada, la llamaremos Ana*.
Como te contaba en la entraba anterior, desde hace poco he venido experimentando muchos cambios. Uno de ellos es que ando con estas tres mujeres. Antes me parecía terrible andar con más de una, mis principios morales y los valores que se me han inculcado no me lo permitían. Ahora no siento ningún sentimiento de culpa. Me imagino que debe ser porque, en el fondo, no le estoy causando daño a ninguna de ellas, o eso es lo que quiero creer.
Como te contaba en la entraba anterior, desde hace poco he venido experimentando muchos cambios. Uno de ellos es que ando con estas tres mujeres. Antes me parecía terrible andar con más de una, mis principios morales y los valores que se me han inculcado no me lo permitían. Ahora no siento ningún sentimiento de culpa. Me imagino que debe ser porque, en el fondo, no le estoy causando daño a ninguna de ellas, o eso es lo que quiero creer.
Continuando con el tema, Ana* no es muy importante para historia pero igual hace parte de ella. Es muy bonita. Bueno, en realidad las tres son muy lindas pero a la vez son muy distintas. A ella la conocí en clase de Física y no por casualidad. Me fijé en ella la primer semana de clase y me propuse encontrar alguna manera de hablarle. Ana* siempre se sentaba al lado de otra muchacha que se sentaba en el puesto que estaba detrás mío. Pasaron dos o tres semanas en las cuales sólo intercambiábamos el saludo y ya. A la tercera o cuarta semana de iniciadas la clases, la profesora dejó un taller para hacer de a parejas y le dije que nos hiciéramos juntos. Desde ese entonces, siempre nos sentamos juntos en la clase y hacemos los talleres de a parejas juntos.
El problema con Ana* es que no me sigue el juego y por eso digo que es la que menos importa por ahora. Nos hemos reunido ya varias veces para estudiar y para terminar los talleres... Querido diario, quiero hacer una pausa aquí en este mismo instante. Mientras escribía esto me dí cuenta que es mi culpa que ella no me siga el juego porque nunca le he dicho nada directamente, ni siquiera le he insinuado cosas como sí lo he hecho con las demás. Lo único que le he dicho es que nos reunamos a estudiar, cosa que sí ha servido porque ella ha mejorado sus notas y este corte (o periodo académico, como lo quieras llamar) no lo perdió. Te cuento que ganas de invitarla a comer helado no me han faltado pero me da como cosita porque nuestros horarios casi nunca cuadran además que ella no vive en la ciudad sino en un pueblo cercano. Pero bueno, no sabré nunca qué habría pasado si no lo intento. Quizás le proponga salir cuando la vea de nuevo.
La entrada está súper larga así que la dejaré hasta acá. En los días siguientes te contaré más acerca de Laura* y de Natalia*. La historia es un chicharrón completo así que espero que no te pierdas. Cuídate, querido diario, hasta una próxima oportunidad.
El problema con Ana* es que no me sigue el juego y por eso digo que es la que menos importa por ahora. Nos hemos reunido ya varias veces para estudiar y para terminar los talleres... Querido diario, quiero hacer una pausa aquí en este mismo instante. Mientras escribía esto me dí cuenta que es mi culpa que ella no me siga el juego porque nunca le he dicho nada directamente, ni siquiera le he insinuado cosas como sí lo he hecho con las demás. Lo único que le he dicho es que nos reunamos a estudiar, cosa que sí ha servido porque ella ha mejorado sus notas y este corte (o periodo académico, como lo quieras llamar) no lo perdió. Te cuento que ganas de invitarla a comer helado no me han faltado pero me da como cosita porque nuestros horarios casi nunca cuadran además que ella no vive en la ciudad sino en un pueblo cercano. Pero bueno, no sabré nunca qué habría pasado si no lo intento. Quizás le proponga salir cuando la vea de nuevo.
La entrada está súper larga así que la dejaré hasta acá. En los días siguientes te contaré más acerca de Laura* y de Natalia*. La historia es un chicharrón completo así que espero que no te pierdas. Cuídate, querido diario, hasta una próxima oportunidad.
miércoles, 13 de abril de 2016
13 de abril de 2016
Querido diario, ¿cuánto tiempo sin vernos? Bueno, sin leernos o escribirnos... ¿Qué te cuento? En realidad no hay mucho para contar porque como ya sabrás, todo es siempre lo mismo. Te escribo ahora porque no sé qué más ponerme a hacer.
Te cuento que voy bien en la universidad y tengo buenas notas. Estoy estudiando fuertemente con Andrés*. No sé si ya te lo había mencionado antes pero es un amigo con el que siempre ando para arriba y para abajo; con el que llevo ya dos semestres y medio estudiando.
Te cuento también que ando calentando la comida en el microondas. Es un poco de macarrones con atún o pollo y queso. Y no sé que preparar de líquido; si hacer un Milo o tomarme la leche así no más, o si quizás hacer avena... En fin, esta entrada está como muy improvisada, ¿no?
Voy a mirar a ver si te escribo más a seguido porque últimamente han estado pasando varias cosas y me queda muy difícil resumir varias semanas en una sola entrada. Aunque es más que todo para contarte mis "levantes" (si es que se le puede llamar así...).
Y no sé por qué el cambio en mi comportamiento. Desde cuándo yo ando detrás de tres viejas, ¿ah? Mi Yo de antes pensaría que con una es suficiente y se llenaría de remordimiento por estar con las otras dos, pero no, a mi Yo de ahora no se le da nada. Quizás sea por el tipo de compañía que tengo ahora, quizás porque me he alejado del camino de Dios; quién sabe... Pero bueno, dejemos hasta acá. No prometeré nada excepto que en la próxima entrada te contaré el chicharrón en el que me estoy metiendo. Hasta la próxima.
Te cuento que voy bien en la universidad y tengo buenas notas. Estoy estudiando fuertemente con Andrés*. No sé si ya te lo había mencionado antes pero es un amigo con el que siempre ando para arriba y para abajo; con el que llevo ya dos semestres y medio estudiando.
Te cuento también que ando calentando la comida en el microondas. Es un poco de macarrones con atún o pollo y queso. Y no sé que preparar de líquido; si hacer un Milo o tomarme la leche así no más, o si quizás hacer avena... En fin, esta entrada está como muy improvisada, ¿no?
Voy a mirar a ver si te escribo más a seguido porque últimamente han estado pasando varias cosas y me queda muy difícil resumir varias semanas en una sola entrada. Aunque es más que todo para contarte mis "levantes" (si es que se le puede llamar así...).
Y no sé por qué el cambio en mi comportamiento. Desde cuándo yo ando detrás de tres viejas, ¿ah? Mi Yo de antes pensaría que con una es suficiente y se llenaría de remordimiento por estar con las otras dos, pero no, a mi Yo de ahora no se le da nada. Quizás sea por el tipo de compañía que tengo ahora, quizás porque me he alejado del camino de Dios; quién sabe... Pero bueno, dejemos hasta acá. No prometeré nada excepto que en la próxima entrada te contaré el chicharrón en el que me estoy metiendo. Hasta la próxima.
viernes, 25 de marzo de 2016
16 de marzo de 2016 - 25 de marzo de 2016
Querido diario, te había hecho una promesa y no la cumplí, lo siento mucho. Llevo con esta entrada en Borrador desde el 16 y la verdad es que me dio mamera terminarla. Ya ni me acuerdo qué más había prometido ni qué había sucedido en esa fecha. Decidí escribirte en este preciso instante porque había estado leyendo otros Blogs y me dio "remordimiento" (aunque no sé si sea la palabra correcta) por tener la entrada en Borrador.
Te cuento, así de rapidez, que ando en la casa de mis papás. Ando descansando porque en mi país se celebra la Semana Santa y a la mayoría de universitarios siempre se les da la semana libre. Acá, en la casa de mis papás, no he hecho mucho. Traté de estudiar pero la motivación no duró más de tres horas. Te cuento que he ayudado a mi mamá un poco con las tareas domésticas y que ayer pasé por la peluquería a que me cortaran el cabello.
Y pues sí, eso es todo. Ahora no tengo muchas ganas de hablar porque tengo sueño y además que el gato está molestado porque aún no he apagado la luz. No sé cuándo vuelva a escribirte.
Te cuento, así de rapidez, que ando en la casa de mis papás. Ando descansando porque en mi país se celebra la Semana Santa y a la mayoría de universitarios siempre se les da la semana libre. Acá, en la casa de mis papás, no he hecho mucho. Traté de estudiar pero la motivación no duró más de tres horas. Te cuento que he ayudado a mi mamá un poco con las tareas domésticas y que ayer pasé por la peluquería a que me cortaran el cabello.
Y pues sí, eso es todo. Ahora no tengo muchas ganas de hablar porque tengo sueño y además que el gato está molestado porque aún no he apagado la luz. No sé cuándo vuelva a escribirte.
lunes, 14 de marzo de 2016
13 de marzo de 2016
Querido diario, te escribo hoy porque he estado pensando muchas cosas y quiero dejarlas registradas acá. Lo hago para no olvidar las cosas que pienso y que sé que me pueden ayudar en un futuro. Eso último suena un poco confuso, no sé si entiendas mucho de lo que quiero expresar. En fin, no me importa si me entiendes o no, continuemos.
He estado pensando un poco acerca de la otra universidad. Realmente extraño esa universidad, es algo muy diferente a lo que siempre veo en mi país. Me duele saber que no tengo una posibilidad real de volver a estudiar ahí. Me gusta mucho la forma como la comunidad estudiantil actúa y piensa. Es un colectivo muy unido entre sus mismos integrantes. Y no sé, me duele no poder hacer parte de esa comunidad. En mi universidad actual no veo cosas parecidas. Nunca hay iniciativa por parte de los estudiantes. Incluso, tampoco veo mucha iniciativa por parte de la parte administrativa.
Te escribo porque me siento confundido. Quiero actuar en mi nueva universidad en vez de estar quejándome y deseando volver a la otra. No sé cómo empezar. No sé qué hacer. Pienso que antes de tratar de cambiar a los demás, yo soy el que tiene que cambiar. Últimamente he estado estudiando mucho, no lo suficiente pero aún así sí he estudiado mucho. También he tratado de no juzgar a los demás por cómo se ven o por lo que piensan, aún me falta mucho en ese aspecto. Sé que tengo que mejorar mucho en el tema de la puntualidad; es, quizás, mi mayor falla. Se me acaba de ocurrir esto pero me parece también importante mencionarlo acá: sé que tengo que volver de nuevo al camino de Dios; me acerco y me alejo pero nunca he sido constante.
Y bueno, creo que ya me he alejado bastante de donde empecé. Lo que quiero decir o expresar es... No, no sé me ocurre nada para escribir pero la idea es esta: Yo soy el que tiene que hacer un cambio en su vida antes de tratar de impactar en la vida de los demás.
Eso último suena a pura redundancia, te ruego que me disculpes. Y bueno, cambiando de tema te cuento que últimamente no he sentido ganas de contarte nada. Acá va algo de los últimos acontecimientos. He tenido buenas notas; pues, dejé el corte de Cálculo Vectorial en 4.9 y me siento orgulloso por eso. También he estado hablando con una amiga que conozco desde inicio de carrera y que siempre me ha gustado, y pues, te cuento que hoy la dejé plantada... Fue completamente mi culpa y espero mañana contarte toda la historia. Haré la promesa de escribirte mañana y espero no romperla. Te cuento también que tengo que dejar de escribir tantos PUES. Es como mi peor muletilla aunque no niego que me gusta mucho come se ve en algunas oraciones, y más cuando queda entre comas.
No siendo más, te dejo. Seguiré viendo House of Cards. La dejé pausada sólo para poderte escribirte a ti. Que tengas buena noche y... No séra "hasta pronto" sino "hasta mañana", tengo una promesa por cumplir.
He estado pensando un poco acerca de la otra universidad. Realmente extraño esa universidad, es algo muy diferente a lo que siempre veo en mi país. Me duele saber que no tengo una posibilidad real de volver a estudiar ahí. Me gusta mucho la forma como la comunidad estudiantil actúa y piensa. Es un colectivo muy unido entre sus mismos integrantes. Y no sé, me duele no poder hacer parte de esa comunidad. En mi universidad actual no veo cosas parecidas. Nunca hay iniciativa por parte de los estudiantes. Incluso, tampoco veo mucha iniciativa por parte de la parte administrativa.
Te escribo porque me siento confundido. Quiero actuar en mi nueva universidad en vez de estar quejándome y deseando volver a la otra. No sé cómo empezar. No sé qué hacer. Pienso que antes de tratar de cambiar a los demás, yo soy el que tiene que cambiar. Últimamente he estado estudiando mucho, no lo suficiente pero aún así sí he estudiado mucho. También he tratado de no juzgar a los demás por cómo se ven o por lo que piensan, aún me falta mucho en ese aspecto. Sé que tengo que mejorar mucho en el tema de la puntualidad; es, quizás, mi mayor falla. Se me acaba de ocurrir esto pero me parece también importante mencionarlo acá: sé que tengo que volver de nuevo al camino de Dios; me acerco y me alejo pero nunca he sido constante.
Y bueno, creo que ya me he alejado bastante de donde empecé. Lo que quiero decir o expresar es... No, no sé me ocurre nada para escribir pero la idea es esta: Yo soy el que tiene que hacer un cambio en su vida antes de tratar de impactar en la vida de los demás.
Eso último suena a pura redundancia, te ruego que me disculpes. Y bueno, cambiando de tema te cuento que últimamente no he sentido ganas de contarte nada. Acá va algo de los últimos acontecimientos. He tenido buenas notas; pues, dejé el corte de Cálculo Vectorial en 4.9 y me siento orgulloso por eso. También he estado hablando con una amiga que conozco desde inicio de carrera y que siempre me ha gustado, y pues, te cuento que hoy la dejé plantada... Fue completamente mi culpa y espero mañana contarte toda la historia. Haré la promesa de escribirte mañana y espero no romperla. Te cuento también que tengo que dejar de escribir tantos PUES. Es como mi peor muletilla aunque no niego que me gusta mucho come se ve en algunas oraciones, y más cuando queda entre comas.
No siendo más, te dejo. Seguiré viendo House of Cards. La dejé pausada sólo para poderte escribirte a ti. Que tengas buena noche y... No séra "hasta pronto" sino "hasta mañana", tengo una promesa por cumplir.
domingo, 14 de febrero de 2016
14 de febrero de 2016
Querido diario, qué día tan del asco. Anoche me dio gripa y el día de hoy se me agravó. En este momento tengo resto de fiebre y me cuesta mucho respirar. No sé si fue mi hermana la que me pegó la virosis o qué pero estoy muy mal.
Te cuento que mis papás estuvieron de visita y, a pesar de la gripa, nos fue muy bien. Estuvimos dando un poco de vueltas por un centro comercial y mi papá compró zapatos y pantalones. Después de eso, fuimos a almorzar y me tomé una sopa de tomate. Pa' qué pero estaba bien buena. Luego de eso, dimos otro poco de vueltas y nos fuimos para la casa.
En este momento estoy tratando de buscar unas cosas para un trabajo que tengo que entregar mañana pero no me está rindiendo. No sé si irme a dormir ya o al menos dejar algo listo porque sé que mañana no voy a madrugar.
Espero que se me quite la berraca gripa ésta porque quedé de estudiar con una amiga mañana al medio día y debido a ciertas circunstancias, no me gustaría que me viera así. Además, en la primera clase que tengo, siempre hablo con una muchacha re linda y qué pereza no poder hablar con ella bien por causa de la gripa.
Creo que me iré a dormir, más bien. Acabo de recordar que mañana tengo tengo parcial de física. Me siento contento porque he estudiado juiciosamente y mañana, con ayuda de Dios, puedo sacar el 5.0. Qué chévere poder escribirte a diario, todo fluye de manera espectacular (a pesar de que hoy tenga gripa). Aún me parece increíble que este Blog tenga casi tres años.
Y bueno, te dejo.
P.S.: Maldita gripa muérete y sal de este cuerpo.
Te cuento que mis papás estuvieron de visita y, a pesar de la gripa, nos fue muy bien. Estuvimos dando un poco de vueltas por un centro comercial y mi papá compró zapatos y pantalones. Después de eso, fuimos a almorzar y me tomé una sopa de tomate. Pa' qué pero estaba bien buena. Luego de eso, dimos otro poco de vueltas y nos fuimos para la casa.
En este momento estoy tratando de buscar unas cosas para un trabajo que tengo que entregar mañana pero no me está rindiendo. No sé si irme a dormir ya o al menos dejar algo listo porque sé que mañana no voy a madrugar.
Espero que se me quite la berraca gripa ésta porque quedé de estudiar con una amiga mañana al medio día y debido a ciertas circunstancias, no me gustaría que me viera así. Además, en la primera clase que tengo, siempre hablo con una muchacha re linda y qué pereza no poder hablar con ella bien por causa de la gripa.
Creo que me iré a dormir, más bien. Acabo de recordar que mañana tengo tengo parcial de física. Me siento contento porque he estudiado juiciosamente y mañana, con ayuda de Dios, puedo sacar el 5.0. Qué chévere poder escribirte a diario, todo fluye de manera espectacular (a pesar de que hoy tenga gripa). Aún me parece increíble que este Blog tenga casi tres años.
Y bueno, te dejo.
P.S.: Maldita gripa muérete y sal de este cuerpo.
13 de febrero de 2016
Hola, querido diario, ¿cómo estás? ¿cómo va todo? Súper raro que te esté escribiendo hoy, ¿cierto que sí? Como te había contado ayer, quiero escribir a diario para contarte más detalles y no tener que meter tantas cosas en una entrada.
Te cuento que todo el día lo pasé en la casa. Tenía ganas de salir a dar vueltas por la cuidad pero mi hermana estaba enferma así que decidí quedarme con ella, A lo único que salí fue a comprar el almuerzo porque qué pereza cocinar. Sólo cocino por las noches, pero no es estrictamente cocinar, sólo es sacar algo del congelador, ponerlo en el microondas, esperar cinco minutos y disfrutar.
Te cuento también que hoy no hice nada productivo. Miré un poco de series mientras almorzaba, descargué otro poco de películas y nada más. Hace como unas dos horas traté de ponerme a estudiar física pero me dio mucha pereza y entonces, decidí estudiar circuitos. Sólo hice un ejercicio, perdí la concentración y, pues, heme aquí.
No me preocupa no estar estudiando ahorita; no es como hace unos años que me mortificaba por estar perdiendo el tiempo. Encontré en la U un amigo con el que me siento muy bien y con el que estoy estudiando fuertemente. Así como lo encontré a él, también he encontrado mucha gente con la que me siento a gusto y con la cual, es muy agradable estudiar.
Mira que esta entrada me está gustando mucho. ¿Ves cómo fluye todo? No es como las demás en las que me demoro como 15 minutos escribiendo cada párrafo y además de eso, no he borrado una sola oración. No sé por qué pero me siento "orgulloso". Sí, entre comillas porque no es la palabra que estoy buscando. Pero bueno, en fin, me despido. Creo me iré a dormir porque mañana vendrán mis papás de visita y tendré que madrugar. Gracias por estar siempre disponible.
Te cuento que todo el día lo pasé en la casa. Tenía ganas de salir a dar vueltas por la cuidad pero mi hermana estaba enferma así que decidí quedarme con ella, A lo único que salí fue a comprar el almuerzo porque qué pereza cocinar. Sólo cocino por las noches, pero no es estrictamente cocinar, sólo es sacar algo del congelador, ponerlo en el microondas, esperar cinco minutos y disfrutar.
Te cuento también que hoy no hice nada productivo. Miré un poco de series mientras almorzaba, descargué otro poco de películas y nada más. Hace como unas dos horas traté de ponerme a estudiar física pero me dio mucha pereza y entonces, decidí estudiar circuitos. Sólo hice un ejercicio, perdí la concentración y, pues, heme aquí.
No me preocupa no estar estudiando ahorita; no es como hace unos años que me mortificaba por estar perdiendo el tiempo. Encontré en la U un amigo con el que me siento muy bien y con el que estoy estudiando fuertemente. Así como lo encontré a él, también he encontrado mucha gente con la que me siento a gusto y con la cual, es muy agradable estudiar.
Mira que esta entrada me está gustando mucho. ¿Ves cómo fluye todo? No es como las demás en las que me demoro como 15 minutos escribiendo cada párrafo y además de eso, no he borrado una sola oración. No sé por qué pero me siento "orgulloso". Sí, entre comillas porque no es la palabra que estoy buscando. Pero bueno, en fin, me despido. Creo me iré a dormir porque mañana vendrán mis papás de visita y tendré que madrugar. Gracias por estar siempre disponible.
sábado, 13 de febrero de 2016
12 de febrero de 2016
Hola, querido diario. No tenía pensado escribirte pero bueno, aquí estoy. No tengo ganas de dormir y abrí Youtube para mirar con qué podía entretenerme. Por ahí encontré en el Feed una canción de ABBA, la escuché y por un momento me sentí muy feliz. Es increíble lo mucho que me gusta ese grupo, sus canciones tienen de todo. Ahora en este momento suena Waterloo.
Cambiando de tema, no sé qué pienses tú pero me parece que he cambiado mucho. Por ejemplo, hoy, un amigo me presentó una vecina de él. No charlé muy bien con ella porque tenía un poco de tragos encima y, la verdad, es que me sentía raro porque sentía que estaba actuando de manera estúpida. En fin, apenas llegué a mi casa, le pedí a mi amigo el número de ella y le escribí. De igual manera, muchas personas me han dicho que me he vuelto muy "alzado" y hace como dos semanas me hice una perforación en la oreja. O sea, son cosas que hace unos años me parecían imposibles pero que ahora son normales para mí.
Te cuento también que no le volveré a escribir más a la muchacha de la entrada anterior porque me sacó la piedra. Durante unos días nos escribíamos por chat muy bien pero de un día para otro no me volvió a contestar los mensajes. Lo que más me molesta es que en la universidad actúa como si nada sucediera. No pienso estresarme por el tema porque no la necesito a ella para ser feliz.
Y bueno, creo que dejaré esta entrada hasta acá. No sé por qué razón pero las entradas cada vez me parecen peores. Hace ya unos años la psicóloga me dijo que yo era muy perfeccionista y quizás es por esto que muchas veces no me siento conforme con la forma en como queda escrita la entrada. Pero bueno, me iré. No sé cuando vuelva a escribir. Me gustaría hacerlo a diario porque no tendría que resumir tantos sucesos en tan poco espacio y podría contarte más detalles pero, agh, no sé. La pereza me tiene fregado.
Bueno, me voy. Chao.
Cambiando de tema, no sé qué pienses tú pero me parece que he cambiado mucho. Por ejemplo, hoy, un amigo me presentó una vecina de él. No charlé muy bien con ella porque tenía un poco de tragos encima y, la verdad, es que me sentía raro porque sentía que estaba actuando de manera estúpida. En fin, apenas llegué a mi casa, le pedí a mi amigo el número de ella y le escribí. De igual manera, muchas personas me han dicho que me he vuelto muy "alzado" y hace como dos semanas me hice una perforación en la oreja. O sea, son cosas que hace unos años me parecían imposibles pero que ahora son normales para mí.
Te cuento también que no le volveré a escribir más a la muchacha de la entrada anterior porque me sacó la piedra. Durante unos días nos escribíamos por chat muy bien pero de un día para otro no me volvió a contestar los mensajes. Lo que más me molesta es que en la universidad actúa como si nada sucediera. No pienso estresarme por el tema porque no la necesito a ella para ser feliz.
Y bueno, creo que dejaré esta entrada hasta acá. No sé por qué razón pero las entradas cada vez me parecen peores. Hace ya unos años la psicóloga me dijo que yo era muy perfeccionista y quizás es por esto que muchas veces no me siento conforme con la forma en como queda escrita la entrada. Pero bueno, me iré. No sé cuando vuelva a escribir. Me gustaría hacerlo a diario porque no tendría que resumir tantos sucesos en tan poco espacio y podría contarte más detalles pero, agh, no sé. La pereza me tiene fregado.
Bueno, me voy. Chao.
martes, 26 de enero de 2016
25 de enero de 2016
Hola, querido diario. Hoy no tengo mucho tiempo para hablar contigo pero aún así quiero contarte cómo va mi vida. Te cuento que hoy boté mi celular, estaba en clase y sin darme cuenta salí sin él. Cuando volví a buscarlo, ya no estaba. Es una sensación extraña porque uno se apega mucho a esos aparatos pero lo veo como una oportunidad de mejorar mi vida, de cambiar algunos hábitos que me estaban perjudicando.
Creo que la razón principal de esta entrada, como muy seguramente habrás adivinado, no era contarte acerca del celular sino acerca de una mujer. Sí, otra vez estoy sufriendo por alguien. En realidad no estoy sufriendo, solamente es un poco de ansiedad. Pero de todos modos, siento que esta noche no voy a poder dormir por estar pensando tantas cosas.
Esta vez quiero ser más que sincero contigo. En algunas entradas anteriores trataba de "maquillar" las palabras, quizás por miedo a mis mismos sentimientos o quizás por tratar de decirme que "todo estará bien". Quizás también lo hacía por lo que pensaran los lectores a pesar de que esto es anónimo. En fin, en esta entrada quiero contarte un poco de todo lo que tengo adentro.
Es alguien que conocí la semana pasada mientras almorzaba con mis amigos. Por casualidades de la vida, los siguientes tres días la encontré dando vueltas por la U y como ninguno de los dos tenía muchas cosas por hacer, nos poníamos a estudiar o a charlar. Siempre que estaba con ella me sentía diferente, por alguna razón me sentía más bobo, como si estuviera atontado ¿Intimidado, quizás? No sé qué tiene ella pero sí, la sensación era diferente, como si no hubiera de por qué preocuparse de las cosas. En ese momento no sabía si me gustaba o qué, incluso, no lo sé en este momento a pesar de no dejar de pensar en ella.
No sé qué hacer, en verdad. No quiero enfocarme en su apariencia física, porque bien bonita sí es, sino en esa sensación rara que ella me trasmite, siento curiosidad por saber por qué siento lo que siento. Te cuento que mientras pensaba en ella, se me vino a la cabeza un poema de Mario Benedetti, ese que se llama Hagamos un Trato. Me gustaría entregárselo en una carta, así bien bonito y con buena caligrafía, en caso de que suceda algo entre los dos.
No siendo más, me retiro. Gracias por estar siempre disponible.
Creo que la razón principal de esta entrada, como muy seguramente habrás adivinado, no era contarte acerca del celular sino acerca de una mujer. Sí, otra vez estoy sufriendo por alguien. En realidad no estoy sufriendo, solamente es un poco de ansiedad. Pero de todos modos, siento que esta noche no voy a poder dormir por estar pensando tantas cosas.
Esta vez quiero ser más que sincero contigo. En algunas entradas anteriores trataba de "maquillar" las palabras, quizás por miedo a mis mismos sentimientos o quizás por tratar de decirme que "todo estará bien". Quizás también lo hacía por lo que pensaran los lectores a pesar de que esto es anónimo. En fin, en esta entrada quiero contarte un poco de todo lo que tengo adentro.
Es alguien que conocí la semana pasada mientras almorzaba con mis amigos. Por casualidades de la vida, los siguientes tres días la encontré dando vueltas por la U y como ninguno de los dos tenía muchas cosas por hacer, nos poníamos a estudiar o a charlar. Siempre que estaba con ella me sentía diferente, por alguna razón me sentía más bobo, como si estuviera atontado ¿Intimidado, quizás? No sé qué tiene ella pero sí, la sensación era diferente, como si no hubiera de por qué preocuparse de las cosas. En ese momento no sabía si me gustaba o qué, incluso, no lo sé en este momento a pesar de no dejar de pensar en ella.
No sé qué hacer, en verdad. No quiero enfocarme en su apariencia física, porque bien bonita sí es, sino en esa sensación rara que ella me trasmite, siento curiosidad por saber por qué siento lo que siento. Te cuento que mientras pensaba en ella, se me vino a la cabeza un poema de Mario Benedetti, ese que se llama Hagamos un Trato. Me gustaría entregárselo en una carta, así bien bonito y con buena caligrafía, en caso de que suceda algo entre los dos.
No siendo más, me retiro. Gracias por estar siempre disponible.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)