jueves, 10 de noviembre de 2016

9 de noviembre de 2016

Querido diario, te cuento que me siento muy emputado. Te escribo sólo por no quedarme con esta vaina que siento adentro, no más.

Te cuento que todo el día he estado con sueño y con estrés porque anoche no descansé bien. Me acosté temprano pero no me pude dormir y duré varias horas dando vueltas en la cama. Finalmente me cogió el sueño pero no era suficiente porque al otro día me tocaba madrugar.

También ando emputado porque no sé qué hacer con Lina*. Esta mañana llegué al salón y vi que me tenía puesto guardado pero igual, no hablamos mucho. Quizás, ella sabe que me emputa que me hablen cuando estoy estresado y por eso prefirió quedarse callada.

En fin, el caso es que casi no hablamos en todo el día y cuando llegué a la casa recibí un mensaje de ella. Al igual que siempre, tenía que ver con algo de la U. Me EMPUTA que sólo me escriba para cosas así. Ya no es como en el intersemestral que me escribía para preguntarme cómo estaba o qué estaba haciendo.

Y me EMPUTA (sí, subrayado y todo porque la rabia es aún mayor y las mayúsculas ya no son suficientes) no haberla mandado ya a la mierda. Es que, incluso, no sé si hacerlo o no. Es por ella que estas últimas semanas no he llegado tarde, he ido a todas mis clases y no he perdido el tiempo. Pero no lo malentiendas, el cambio no lo hago por ella sino por mí mismo porque YO soy el que necesita el cambio, no ella; pero no puedo negar que es gracias a ella que estoy cambiando. Quién sabe qué pase si realmente la mando a la mierda.

Hoy pensaba en que no quiero arrepentirme cuando esté viejo de no haberlo dado todo por ella, pero ¿qué hago si ya me dijo que sólo fuéramos amigos y que además le gusta Andrés*? Sí, sí, yo sé, soy un estúpido. Dice la gente, y ya lo he escrito por acá muchas veces, que el que persevera, alcanza. Por ahí decía también una propaganda que las mejores cosas de la vida toman tiempo. ¿Seré ingenuo? ¿Seré bruto para estas vainas?

En fin, cambiando el tema, te tengo que contar que el fin de semana salí, precisamente, con Lina* a ver una película. De ese día tengo que contarte varias cosillas pero lo haré en la siguiente entrada. De igual manera, también te cuento que ayer salí con Tatiana*, la muchacha que tiene el otro blog del que te conté hace poco. La invité a tomar un café y nos encontramos cerca a donde ella estudia. Hablamos mucha mierda mientras esperábamos a que pasara la lluvia. Me pareció una persona agradable y para qué, la china es bien bonita.

Me iré a dormir, no aguanto más.

PS: Hoy leí algo que me llamó la atención. Era sobre el dicho ese de "mejor malo conocido que bueno por conocer". Me pareció curioso y me puse a pensar si quizás esté en esa situación, donde me estoy conformando con algo cuando en realidad puedo llegar a tener algo mejor. No lo sé. En todo caso, nos leemos después porque me estoy muriendo del sueño.

jueves, 3 de noviembre de 2016

2 de noviembre de 2016

Hola, querido diario. Mira que tenía esta entrada en borrador para ir escribiendo a lo largo del día mientras tenía huecos en la U o mientras iba en el bus pero por un error no guardé la entrada y perdí todo lo que había escrito durante el día. 

Te cuento que alguien hoy miró el Blog de pies a cabeza. No sé si leyó todo pero sí miró todas las entradas que tenían comentarios. No sé si será la misma muchacha que también tiene otro Blog, a la que le comenté una de las entradas hace poco. Inclusive, no sé si te haya hablado ya de ella. Quizás sea ella... El caso es que no lo sé. De todos modos, apenas termine esta entrada, le mandaré un mensaje por Twitter porque en el comentario que le hice había quedado de invitarla a tomar un café. 

Cambiando de tema, me siento como una mierda. Tengo un estrés muy fastidioso y tengo la espalda tensionada, me duele la cabeza y siento que me va a dar gripa. Quiero irme a dormir pero no puedo porque estoy lavando ropa y la lavadora no ha finalizado los ciclos. Y aparte de todo, me entregaron notas de circuitos y necesito un 3.7 en el siguiente corte para no perder la materia. 

Ando también mal de ánimo porque no sé qué hacer con Lina*. El mal ánimo comenzó hoy por la noche mientras iba solo en el bus y para contarte el porqué del mal ánimo, tengo que contarte primero lo que ha sucedido en estos días. 

Todo comenzó el lunes, creo, por la noche porque estábamos hablando por Whatsapp y le dije que quería tener un tiempo para hablar con ella acerca de lo que había sucedido el jueves, el día que le dije que me gustaba. Le dije que me quería arriesgar y que no importaba lo que pasara, no renunciaría a eso que sentía por ella. Ella me respondió que sólo podíamos ser amigos y que por favor dejara las cosas así como estaban porque de lo contrario, se tendría que alejar de mí. Ya ni recuerdo qué más le dije pero sí sé que le dije que lo único que me podría alejar de ella es que se metiera con Andrés*.

Al siguiente día, cuando íbamos en el bus, volví a tocar el tema. Le dije que me diera una solución porque no pensaba quedarme cruzado de brazos; ya bastante oportunidades he perdido por quedarme callado y no quiero que esta vez sea igual. Ella volvió y me repitió lo que yo ya sabía, que sólo podíamos ser amigos. Me dijo que yo era muy buena persona y que era un excelente amigo y que no quería perder eso, además, también me dijo que prefería dejar las cosas claras a darme falsas esperanzas. No es lo que esperaba pero de alguna agradezco que haya sido clara. Como no estaba conforme con la respuesta, le pregunté que cuál era el rollo con Andrés*. Ella me dijo que le gustaba mucho pero que no sabía si en algún momento iba a tener algo con él. También me dijo que si se daba la oportunidad, debía asegurarse que Andrés* tuviera la intención de ponerse serio, no como ahorita que anda con una y con otra. 

Hoy habíamos quedado de vernos temprano porque íbamos a preguntar unas notas pero se me hizo extraño que llegara tarde porque ella es muy cumplida. Luego me enteré que sí había llegado a tiempo pero que andaba en las zonas verdes con Andrés*. Cuando nos vimos, se dio cuenta que estaba molesto y me preguntó el porqué. Yo le dije la razón y ella se inventó una excusa para disculparse. Sé que fue una mentira porque se le notó y porque desde hace un tiempo cogió la costumbre de mentir sobre las notas que le quedaban muy bajitas; quizás se le haga fácil empezar a mentir sobre otras cosas. En fin, más tarde, nos íbamos a reunir para estudiar circuitos pero también se me hizo raro que no me esperó sino que se puso a estudiar con Felipe*. Cuando yo llegué, ellos ya habían terminado de estudiar y me molesté. Es extraño porque todas estas semanas habíamos estudiado juntos y no importaba si yo estaba ocupado con otra cosa, siempre me esperaba. Otra cosa que también me molestó fue en ese instante también llegó Andrés* y ya ni estudia por ponerse a molestar con Lina*. No sé qué fue lo que pasó en semana de receso pero todo cambió. Pero bueno, continuando con el tema, se suponía que Lina* me iba a esperar pero se tuvo que ir porque le dio gripa y se encontraba muy mal. Quizás si no se hubiera ido tan temprano, hubiera podido hablar con ella de lo que pasó hoy. 

Con lo que pasó hoy, me doy cuenta de que no me necesita. Sé que tiene la facilidad para manipular a las personas y no quiero dejarme ver la cara huevón; con Laura* ya tuve suficiente. La próxima vez que podamos hablar del tema le diré que ya decidí lo que haré: decidí que no le voy a rogar. Pensaba decirle que iba luchar por ella y le diría esas cosas de que el que persevera, alcanza, pero no, yo no estoy para esas vainas. Si ella me quiere en su vida, ella misma me pondrá un lugar; yo no tengo por qué estar peleando por un puesto.