jueves, 30 de mayo de 2019

29 de mayo de 2019

Metido en mi cama, con un poco de sueño y con el sonido de la lluvia fuera del apartamento. Así es mi noche, querido diario.

Hay tantas cosas que iba a contarte pero no tuve el juicio para seguir escribiéndote y ya perdí el hilo de lo que quería decirte.

Leyendo las anteriores entradas veo que habían cosas desde semana santa pero como te decía antes: no recuerdo qué iba a contarte.

Pero bueno, no todo es malo. Puedo contarte que hoy inicié curso intersemestral. Por voluntad de Dios solo inscribí una materia. Tenía ganas de ver dos materias pero no pude inscribir la otra por falta de cupos. Me gustaría contarte que este proceso de inscripción fue como distinto porque mis papás querían que yo descansara en estas vacaciones sin yo haberles dicho que ya estaba mamado de la universidad. Fue algo distinto porque siempre están preguntando cuánto tiempo falta para que me gradúe y esa actitud como que no cuadra mucho con ellos.

La verdad es que no puedo quejarme. Realmente me sentí muy a gusto con ellos y sentí su respaldo a pesar de todo lo que ha sucedido.

Por ahora no hay nada más que contar. Bye.