jueves, 3 de abril de 2014

2 de abril de 2014

Querido diario, son como las cuatro de la mañana y no he hecho absolutamente nada. Me quedé chateando con alguien y se me pasó el tiempo. Te cuento que el día hoy, de ayer, como sea, tuvo muchos contrastes. Te cuento que el día en sí estuvo muy bonito. Hice cosas más o menos productivas y mejoré mi estado de ánimo. Te cuento que no entiendo cómo es que yo funciono. Hay días en los que me quiero matar y otros en los que quiero besar y abrazar a todo el mundo.

Te cuento que por la mañana me levanté de mal genio. No sé que tenía, pero sentía rabia. Tenía clase de siete pero me levanté las 6:30. Hice un montón de pereza porque no quería enfrentar la realidad. Después de haberme levantado, me bañé y me alisté para salir. No desayuné porque nunca lo hago. Cuando salí de mi casa sentía rabia, llevaba fruncido el ceño. En mi mente solo pensaba en Dios, para que me quitara ese estado de ánimo. Estaba que me explotaba de tanta piedra que tenía que casi madreo a un tipo que pasó a mi lado. Mientras caminaba hacia Trasmilenio vi un graffiti que me pareció curioso. Como soy muy ciego me tuve que acercar un poco a la pared para verlo más detalladamente. Vaya sorpresa cuando veo que el famoso graffiti decía: "Dios te bendiga". Casi se me escurren las lágrimas al ver lo que estaba escrito en el muro. Tuve que seguir caminado y hacer mucha fuerza para no dejar fluir las lágrimas y para desatar el nudo que tenía en la garganta. Después de mil travesías en Transmi, te cuento que llegué a la U a las 7:35. Pensé no ir a clase pero igual me aparecí en el salón porque el profesor siempre toma asistencia.

El día transcurrió normal. Tuve mis clases, perdí tiempo en los huecos, gasté plata a manos llenas... en fin, un día como cualquier otro. Fui a almorzar con dos buenos amigos míos y luego hice algunos trabajos. Y como siempre, salí de la universidad a las 8:30pm. Al llegar a casa me dispuse a revisar mis redes sociales. Tengo un perfil extremadamente falso que alguien me pasó desde el cual se mandan las confesiones de las que hablé en una entrada anterior y desde el cual me comuniqué con alguien que le había pedido mi perfil al administrador de la página. Luego de un poco de charla innecesaria acerca de acuerdos de confidencialidad y todas esas cosas, le mandé la solicitud de amistad en Facebook. Hablamos un poco sobre todo y quedamos de reunirnos la próxima semana en la universidad. Te cuento que esta persona me quedó gustando. Estudia algo totalmente opuesto a lo mio pero eso no impidió que conectáramos en varios puntos de vista.

Te cuento que el día de hoy estuvo cargado con más interacciones sociales de las necesarias. Hablé con mucha gente y cambié muchas fichas repetidas que tengo para el álbum del mundial, hablé con más personas para cuadrar planes que tengo pensados ejecutar el domingo por la noche y aparte compartí un poco de mi vida con esta persona que te mencioné antes.

Creo que dejaré esto hasta acá y me retiraré lentamente. Da la impresión de que la entrada ya está lo suficientemente larga como para seguir escribiendo más. Alguien, hoy, me dijo que le parecía cómico que yo prometiera una entrada pero que no escribiera nada al otro día. Bueno, no sé que pensar, cada quien con sus cuentos, aunque agradezco las demás palabras que me dijo.

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