Querido diario, te cuento que tengo un poco de sueño. Ya es más de media noche pero estoy despierto porque tengo que seguir estudiando. Te cuento que me siento mal porque decidí no ir al examen de física. Estoy pensando retirar la materia pero eso sería echarme la soga al cuello.
Te cuento que estos días han sido difíciles y que solo he tenido la cabeza metida en el estudio. He estado tan ocupado que ni siquiera he tenido tiempo para pensar en Camila*. No se que vaya a pasar entre los dos pero estoy dudando de comprarle un regalo (el cumpleaños de ella es la otra semana). Todo ha sido mi culpa por no ser constante y por mi timidez y por el miedo al fracaso y al rechazo.
Por ahora no escribiré más porque tengo que seguir estudiando. Espero que el día de mañana sea de bendición y que todo salga bien.
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