lunes, 4 de marzo de 2013

3 de marzo de 2013

Querido diario, te cuento que me hacía falta escribir. Creo que esto, más que un habito, se está volviendo una necesidad. Como Camila* dijo hace algún tiempo: "Una vez empiezas no quieres parar". Estaba muy en lo cierto. Esta es la mejor forma para desahogarme porque puedo decir lo que quiera y nadie me juzgará.

Te cuento que este fin de semana estuvo bueno, gracias a Dios, aunque fui a la iglesia y la rutina fue casi la misma. Te cuento que el sábado tuve que ir a donde un tío porque mi papá no tuvo tiempo para consignarme plata. Este tío es muy buena gente y cada vez que voy me da almuerzo y me da un poco de plata para la semana. Esta vez que fui, me compró un saco. Estoy muy agradecido con Dios por este tío.

Por ahora te cuento que se me acabó la inspiración. Te cuento que me toca levantarme temprano porque tengo que ir al almacén donde compré el saco ya que no le quitaron el plástico de seguridad. Mañana también tengo que estudiar y tendré que ponerme muy juicioso en el estudio porque voy a comenzar parciales.

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