martes, 5 de marzo de 2013

4 de marzo de 2013

Querido diario, te cuento que el día de hoy me gustó. No hubo casi nada nuevo o raro pero estuvo, en cierta manera, diferente. Te cuento que hoy mi hermana está cumpliendo 15 años y me siento triste porque no pude ir este fin de semana a visitarla y a felicitarla. Espero que ella sepa entender. Me da tristeza no haber podido estar con ella porque se que ella es buena persona y que así yo la moleste mucho y le saque el mal-genio, me quiere en el fondo.

Te cuento que estoy hasta el cuello con trabajos y estudio. Creo que esta noche me tocará pasar derecho de nuevo. Tengo que entregar y mandarle un ensayo a una amiga para que pueda anexarlo a un informe. No se que voy a escribir en ese ensayo ya que me parece jartísimo escribir ensayos. Es algo muy diferente a escribir en el twitter o escribir este Blog ya que esto no lo hago por obligación.

Cambiando de tema, te cuento que me siento culpable porque conocí a una niña muy bonita en el curso de programación. Todavía no se como se llama o que estudia pero me está empezando a gustar. No se como sea su forma de ser o si sea dedicada en el estudio y por eso trataré de conocerla más. Te cuento que hace unas pocas clases la había visto pero no me había generado tanto interés hasta cuando estábamos en el parcial. Mientras desarrollaba mi examen, por pura casualidad, me di cuenta que ella estaba sufriendo por un punto que no entendía y por ende, no podía desarrollar. Sinceramente me dio lastima verla sufriendo por un punto así porque era muy fácil, algo que en código no ocupaba más de tres lineas y por eso decidí ayudarla y pasarle la respuesta.

Me siento culpable porque todavía estoy empeñado en conquistar a Camila*. Me parece deshonesto estar "cayendole" a dos mujeres al mismo tiempo. Me considero una persona correcta y cuando pienso en Camila* y en la nueva chica, la conciencia me empieza a molestar. No sabría que hacer porque, como dicen popularmente, puede que me quede sin el pan y sin el queso. Algo que también me queda difícil decidir es saber cual es la más bonita. Ambas tienen su encanto, tienen sonrisas hermosas y tienen los ojos cafés. Aparte ambas tienen la misma contextura física que es exactamente igual a la de la chica de mi sueños. Es en serio que no sabría con cual quedarme, ambas tienen cosas que las hacen muy bellas y especiales.

Algo que me gustaría decir es que yo no creo en el cuento de que la belleza está en el interior. Sin animo de ofender, yo también creo que eso lo inventó la gente gorda para no sentirse mal. Algo que le pido a Dios es que me de una esposa que sea supremamente hermosa. No que sea una reina de belleza sino que sea de acuerdo a mis estándares. Te cuento que la mujer ideal para mi sería alta, que fuera flaca pero que no fuera voluptuosa, que tenga ojos grandes y oscuros, y que tenga una sonrisa magnifica. Eso sería hablando en términos físicos, hablando en otros términos me gustaría que fuera súper inteligente (incluso más que yo) y que le gusten los números. Algo que también me gustaría es que fuera muy diligente y organizada y que pudiera enseñarme muchas cosas. Suena como si yo fuera muy exigente o pidiera algo que no existiera pero tengo fe de que algún día, el menos esperado, se hará realidad.

Te cuento que llevo más de media hora escribiendo esta entrada. He perdido mucho tiempo el cual podría haber utilizado para escribir el ensayo. Te cuento que estaba pensando mientras escribía los párrafos anteriores y decidí seguir conquistando a Camila*. Con la otra niña me mantendré al margen aunque creo que será muy difícil porque es realmente hermosa y además creo que será aún más difícil si Camila* sigue con una actitud fría hacia mi. Como lo dije antes, puede que a la otra chica no deje de verla o hablarle (para conocerla más) pero no intentaré nada mas con ella hasta obtener una respuesta de Camila*.

Por ahora me despido porque como ya sabrás, tengo mucho trabajo.

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