miércoles, 13 de abril de 2016

13 de abril de 2016

Querido diario, ¿cuánto tiempo sin vernos? Bueno, sin leernos o escribirnos... ¿Qué te cuento? En realidad no hay mucho para contar porque como ya sabrás, todo es siempre lo mismo. Te escribo ahora porque no sé qué más ponerme a hacer.

Te cuento que voy bien en la universidad y tengo buenas notas. Estoy estudiando fuertemente con Andrés*. No sé si ya te lo había mencionado antes pero es un amigo con el que siempre ando para arriba y para abajo; con el que llevo ya dos semestres y medio estudiando.

Te cuento también que ando calentando la comida en el microondas. Es un poco de macarrones con atún o pollo y queso. Y no sé que preparar de líquido; si hacer un Milo o tomarme la leche así no más, o si quizás hacer avena... En fin, esta entrada está como muy improvisada, ¿no?

Voy a mirar a ver si te escribo más a seguido porque últimamente han estado pasando varias cosas y me queda muy difícil resumir varias semanas en una sola entrada. Aunque es más que todo para contarte mis "levantes" (si es que se le puede llamar así...).

Y no sé por qué el cambio en mi comportamiento. Desde cuándo yo ando detrás de tres viejas, ¿ah? Mi Yo de antes pensaría que con una es suficiente y se llenaría de remordimiento por estar con las otras dos, pero no, a mi Yo de ahora no se le da nada. Quizás sea por el tipo de compañía que tengo ahora, quizás porque me he alejado del camino de Dios; quién sabe... Pero bueno, dejemos hasta acá. No prometeré nada excepto que en la próxima entrada te contaré el chicharrón en el que me estoy metiendo. Hasta la próxima.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Cuéntame qué piensas! Tu comentario es muy valioso para mí.